La princesa Victoria de Suecia y su esposo, Daniel Westling, se encuentran en Reino Unido de visita oficial. Un viaje de tres días que está dando mucho de sí y que se ha saldado con varios encuentros con sus homónimos británicos, los príncipes Guillermo y Kate. Ellos serán los futuros reyes de sus países y la complicidad es evidente, tal y como mostraron durante su primer encuentro solo unas horas antes en Windsor. Una de las citas de más empaque ha tenido lugar en el Royal Albert Hall de Londres, donde se ha celebrado la tradicional gala benéfica conocida como la Royal Variety Performance, donde participan algunos de los artistas más destacados de la escena británica. Allí se ha producido un gesto de lo más emocionante dado el momento que atraviesa la familia Windsor.
Fue uno de esos momentos que trascienden lo evidente. Y es que el aplauso y la ovación en pie que recibieron los príncipes de Gales a su entrada en el palco real es de los que hacen época. Todo ello en medio del chaparrón que le está cayendo encima a los Windsor justamente estos días tras la publicación de "Endgame", un nuevo libro que revela las intimidades de la primera familia británica.
Escrito por el periodista Omid Scobie, en él se tacha a los príncipes de Gales como manipuladores y celosos del cariño que despertaban el príncipe Harry y Meghan Markle. Según su teoría, esto opacaba la labor de los futuros monarcas y por eso desde la institución se han dedicado a minar la imagen pública de los duques de Sussex. También se señala a Kate Middleton como un envase vacío, una simple fachada que se limita a sonreír para ocultar sus carencias.
En sus últimas apariciones, la princesa de Gales ha llamado mucho la atención a causa de su rostro algo demacrado y su actitud algo triste, lo que no concuerda en absoluto con su sólida trayectoria dentro de la realeza. Kate Middleton siempre ha sido la 'perfecta' de la familia, una de las 'royals' más queridas y populares, por lo que toda esta situación le estaría afectando hasta el nivel de traspasar sus emociones en público.
Un largo aplauso de apoyo para los príncipes de Gales
El hecho es que en esta gala la princesa de Gales estuvo en su sitio, ejerciendo de anfitriona junto a su esposo para los príncipes suecos. Medios británicos como el DailyMail definen esta reacción del público en el Royal Albert Hall como los "aplausos por la dignidad". Está claro a quién apoyan en esta cuestión y, al igual que ellos, una gran mayoría de la población de Reino Unido, que está apoyando a sus 'royals' frente a lo que consideran ya un hartazgo de venenosos ataques supuestamente promovidos desde el otro lado del océano.
Kate Middleton estaba espléndida esa noche. La princesa (41 años) eligió un nuevo vestido en color verde, de la firma Safiyaa, con cuello joya y mangas largas hasta el suelo que simulaban el efecto capa. Es el diseño bautizado como "Destino".
La otra dama de la noche, Victoria de Suecia, lucía igualmente espectacular con un vestido negro de la firma sueca Toteme, junto a las joyas a juego. La heredera escandinava hacía patria a través de la moda, al igual que en otras ocasiones cuando saca piezas de la línea eco de H&M. Ambas princesas protagonizaron uno de esos duelos de estilo en la cumbre que tanto nos gustan. Sinceramente, si hay que elegir, no sabríamos con quién quedarnos.
Después de que se vieran por la mañana en el castillo de Windsor, los dos matrimonios se reencontraron en este templo londinense de la música y las artes volviendo a demostrar su excelente sintonía. Fue una noche de sonrisas e intensa emoción que se alargó posteriormente con una recepción en la que todos pudieron charlar con los diferentes artistas, ellos Cher, el grupo McFly, Rick Astley y Paloma Faith.