La salud de la reina Isabel II suele estar en boca de todos, pues a sus 95 años cualquier achaque puede ser peligroso. Así ha sucedido ahora que se la ha visto andando con un bastón, algo que no hacía desde 2003 cuando fue operada de la rodilla
Este año ha sido especialmente convulso para la reina Isabel II de Inglaterra y, a pesar de gozar de una salud envidiable a sus 95 años de edad, los duros palos que la vida le ha propinado en los últimos meses han terminado por hacer que sus fuerzas flaqueen. Al drama y la polémica que supuso la salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la familia real británica se le sumó los problemas judiciales de su hijo, el príncipe Andrés de York, que aún siguen coleando. Después se entremezcló con estos líos la pandemia del coronavirus y se produjo la terrible muerte de su marido, el duque de Edimburgo, poco antes de cumplir los 100 años. Tantos embates no han logrado aparcarla y sigue al frente de la agenda oficial con determinación y buena mano, aunque con mal piel y es que ahora debe apoyarse en un bastón para poder caminar con soltura, como así acaba de aparecer ante los medios por primera vez.
La imagen de la reina Isabel II de Inglaterra caminando con ayuda de un bastón a sus 95 años de edad ha impactado a muchos y es que ella siempre se ha negado a mostrar una imagen de aparente debilidad ante su pueblo. No quiere sentirse frágil, pero menos hacer que otros la vean así, por eso siempre ha tratado de evitar este tipo de imágenes que ahora están en boca de todos. Tras su regreso de sus vacaciones en Balmoral ha retomado sus compromisos oficiales, los cuales le han llevado ahora a participar en un servicio religioso de Acción de Gracias en compañía de su hija, la princesa Ana, en la Abadía de Westminster.
La reina Isabel II acudió a la cita como patrona de la Real Legión Británica, motivo por el cual no estaba dispuesta a causar baja por muchas molestias que sintiese. Lo hizo ataviada con un look en azul con abrigo y sombrero coronado con detalles florales. Sin embargo, el complemento que ha acaparado todas las miradas ha sido el bastón sobre el que se reposa al caminar a su llegada al acto. Un elemento que le ayuda a tener confianza para andar que nunca usa, más allá del año 2003 cuando tuvo que ser operada de una rodilla y el bastón fue su mejor compañero de andadura. Esto ha hecho que varios medios internacionales comenzase a especular con la salud de la soberana, asegurando que ha empeorado, aunque teniendo en cuenta de que tiene 95 años, no es descabellado asegurar que está como una rosa y puede dar mucha envidia a otros de su quinta.
Habrá que esperar a ver si en sus siguientes salidas oficiales la reina Isabel II viene acompañada de su bastón o si, por el contrario, y como ya se está comentando, es tan solo una herramienta que ha elegido exclusivamente para esta última cita, atendiendo solo al estado del empedrado de la entrada a la Abadía y no por motivos de salud.