La Reina Margarita (83 años) ha dejado todo atado antes de su abdicación. Tras 52 años reinando en Dinamarca se ha anticipado a su muerte y ha encargado una tumba de cristal, de hecho, está lista desde el año 2018. No ha sido fácil llegar al resultado actual y es que buscaba un mausoleo único, uno que estuviera a la altura para descansar para siempre. La pieza está hecha de cristal, piedra y metal y pesa más de siete toneladas, aunque para sorpresa de muchos no se ha creado para que albergue en su interior a la madre de Federico. Se instaló en la Capilla de Santa Brígida, fue diseñado por Bjørn Nøorgaard y en su interior tiene dos figuras reproducidas a escala real. Una de ellas es Margarita y la otra su marido, el príncipe consorte Henrik, quienes fueron esculpidos por el maestro vidriero, Zdeněk Lhotský, que tardó más de dos años en conseguir siluetear al matrimonio.
Las fotografías de la cápsula de cristal de la Reina Margarita
Ambos posan sobre símbolos tallados en bronce y sobre una pase de piedra de Francia, detalles que han ido desgranando desde palacio y que ahora llaman la atención de todos. "Las tres columnas que sostienen el sarcófago están hechas respectivamente de granito danés, basalto de las Islas Feroe y mármol de Groenlandia", dicen sobre ella. Ha sido catalogada como una obra de arte, tanto es así que ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad, lo que hace darse cuenta de cómo de espectacular es. Imaginada en su cabeza y en la de su diseñador exactamente como es, ambos han logrado tener una pieza cargada de simbolismo. A pesar de que quien lo ha visto en directo dice que es similar a la de la mítica película de 'Blancanieves', otros muchos dicen que es indescriptible y sobre todo incomparable.
Ahora no está expuesta a ojos de nadie, pero ya se han filtrado las primeras fotografías del sarcófago. Fue en el año 2017 cuando salió a la luz que el príncipe Henrik había renunciado a ser enterrado allí. ¿El motivo? No había obtenido el título de Rey consorte y por ello no quiso descansar en la capilla de la catedral de Roskilde, donde están enterrados más de 40 reyes. Él, por su parte, prefirió ser incinerado y sus cenizas fueron esparcidas tanto por aguas danesas como por los jardines del castillo de Fredensborg.
La cápsula de unos tres metros de largo está elegida en un material transparente, ya que quieren demostrar que su periodo como Reina ha sido así. Cristalino y sin sombras a la vista. Se empezó a construir en 2003 y en él hay representados, por ejemplo, los deseos, los objetivos y las aficiones del matrimonio, hecho que se hace patente en los dos perros salchicha que aparecen o en los pinceles que se ven. De nuevo ha demostrado ser previsora, algo que suele suceder entre los royals y que suele demostrar que son excéntricos. Esta vez no iba a ser menos.