Si hace escasos días todos ellos se vieron en Oslo durante la gala por el 18 cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega, ahora se han reencontrado en la ciudad de La Haya. Y es que los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han ejercido de inmejorables anfitriones para los príncipes herederos Federico Mary de Dinamarca durante la visita de trabajo de dos días que están llevando a cabo. Y no han podido culminar la primera jornada de una forma mejor: con una cena para cuatro... y algunos invitados más.

La cariñosa cena entre los príncipes de Dinamarca y los reyes de Holanda en La Haya
Gtres.

Los reyes de los Países Bajos han ofrecido a la pareja danesa a una cena oficial organizada en la Grote Kerk, una iglesia fundada en el siglo XIV, que se cuenta entre los edificios más antiguos y queridos en La Haya. A la cita han asistido invitados de empresas y organizaciones danesas y holandesas, ya que el trasfondo de esta visita real es estrechar lazos económicos, con la energía verde y la salud digital como grandes objetivos.

Pero más allá de las finanzas, allí hemos podido ser testigos de la excelente relación que une a ambos matrimonios de la realeza. Ya a su llegada al lugar los cuatro se han saludado con cariñosos besos en la mejilla. Mary de Dinamarca incluso le ha hecho la reverencia tanto a Guillermo como a Máxima, como corresponde a su estatus. Pero inmediatamente después se han fundido en un abrazo que rompe cualquier protocolo.

La cariñosa cena entre los príncipes de Dinamarca y los reyes de Holanda en La Haya
Gtres.

Durante el banquete, su cercanía se ha manifestado de nuevo a través de risas, comentarios y muchos otros gestos de complicidad que se han puesto sobre la mesa, y nunca mejor dicho, mientras lo regaban todo con brindis por la prosperidad común.

Es más, en algún momento parecían olvidarse del contexto oficial y han sido pillados en expresiones de tono más coloquial.

La cariñosa cena entre los príncipes de Dinamarca y los reyes de Holanda en La Haya
Gtres.

Hasta las damas parecen haber quedado a la hora de elegir sus respectivos looks. Y es que ambas han optado por sendos vestidos negros con escote de inspiración Bardot. La princesa Mary cumplió 50 años el pasado febrero, motivo por el cual se lanzaron sus nuevos retratos y se organizaron algunos festejos especiales, y se encuentra entre las 'royals' más elegantes. Esta vez lo ha vuelto a demostrar con un vestido de Temperley London, que tiene desde 2016.

La reina Máxima de Holanda, por su parte, es dueña de un estilo que la hace única, aunque en esta ocasión ha preferido una imagen más sobria. Eso sí, para dejar el protagonismo a su impresionante collar de perlas.

Federico y Mary de Dinamarca aún tienen por delante el día de mañana en los Países Bajos, donde se sienten como en casa.