Los duques de Cambridge presidieron anoche la representación especial del musical 'Dear Evan Hansen', que tuvo lugar en el Noël Coward Theatre a beneficio de la Royal Foundation, creada precisamente por ellos para ayudar a las personas con enfermedades mentales y a su entorno. Guillermo y Kate aparecieron muy sonrientes y profesionales, como acostumbran, pese a la tormenta mediática en la que está inmersa estos días la familia Windsor. ¿Quizás por eso la duquesa eligió un modelo completamente negro? ¿Reflejaba su tristeza? No se sabe, el caso es que estaba irremediablemente chic.
Kate Middleton iba elegantísima con un vestido-abrigo midi de línea trapecio, en el que destacaba la fila de botones joya plateados. Para romper la oscuridad del conjunto lo combinó con unos zapatos de purpurina de Jimmy Choo que ya tenía en su vestidor y que en su momento bautizamos como "de Cenicienta" y una nueva cartera también en plata brillante. El vestido estaba confeccionado en tweed y era de la firma Eponine.
Casi al mismo tiempo, el príncipe Harry de Inglaterra aterrizaba en Escocia tras mes y medio viviendo en Canadá con su esposa, Meghan Markle, y su hijo, Archie Harrison. El motivo es que mañana tiene que cumplir con uno de sus últimos compromisos como representante de la Familia Real británica hasta su salida oficial, el próximo 31 de marzo. Guillermo y Kate mantienen el tipo, aunque todo el mundo sabe que las cosas han cambiado entre los hermanos. No solo han puesto un océano de distancia. También la retirada de los duques de Sussex de la primera línea de trabajo sugiere la deserción de una parte de lo que antes fue un equipo muy sólido, aquellos "Cuatro Fantásticos" que enamoraron a los británicos.
En esta gala los duques de Cambridge aprovecharon para conocer al equipo del musical y agradecerles su labor en cuanto a quitar el estigma de las enfermedades mentales. Esta es una de las causas más queridas para ellos.