En su primer discurso como Rey de Inglaterra, Carlos III nombró a su hijo, Guillermo, y a Kate Middleton como Príncipes de Gales. Ahora, todas las miradas están puestas sobre la duquesa de Cornualles y Cambridge y los pasos que va a seguir ahora teniendo siempre presente a Lady Di. Sin embargo, ella se ha pronunciado y ha dejado muy claro que va a desmarcarse de la figura de la madre de su marido.
Sin querer hacer ningún feo y respetando la figura de Diana de Gales, Kate Middleton se enfrenta a las comparaciones con la madre de Guillermo de Gales. Por ello, quiere crear su "propio camino". Así lo asegura una fuente cercana a ella en 'Daily Mail': "Aprecia la historia asociada al papel de Princesa de Gales, pero comprensiblemente querrá mirar hacia el futuro mientras crea su propio camino".
A partir de ahora, tanto Guillermo como Kate están centrados en profundizar en ganarse la confianza y el respeto del pueblo de Gales a lo largo del tiempo. "Abordarán sus funciones de la forma más modesta y humilde, tal y como lo han hecho anteriormente", aseguran al medio citado anteriormente. Desde el siglo XIV, el título de Princesa de Gales ha sido utilizado por las esposas de los Príncipes de Gala. Se trata de un título de cortesía. Camilla también lo ostentaba, aunque se negó a que se le tratase como tal por respeto a la fallecida Lady Di.
Así se despidió Carlos III de su madre, la Reina Isabel II
En el esperado mensaje de Carlos III, el ya proclamado Rey de Inglaterra le dedicó unas cariñosas palabras a su madre, Isabel II. «Y a mi querida mamá, ahora que comienzas tu último gran viaje para unirte a mi querido y difunto papá, solo quiero decir esto: gracias. Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que han servido tan diligentemente todos estos años. Que los ‘vuelos de los ángeles te canten para tu descanso’", expresó.
Además, en su discurso se comprometió a seguir los pasos de su madre: "Como lo hizo la propia Reina con tanta devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales de nuestra nación. Y dondequiera que viva en el Reino Unido, o en los Reinos y territorios de todo el mundo, y cualquiera que sea su origen o creencias, me esforzaré por servirle con lealtad, respeto y amor, como lo he hecho a lo largo de mi vida. Por supuesto, mi vida cambiará a medida que asuma mis nuevas responsabilidades".