Kate Middleton ha reaparecido para celebrar hoy, 17 de marzo, el Día de San Patricio. La festividad del patrón de Irlanda es una de las grandes ocasiones del año, a la que ella siempre ha acudido cumpliendo con una tradición: ir vestida del verde 'corporativo' de aquel país. Esta edición es si cabe algo más especial, puesto que recientemente la princesa de Gales ha asumido el nombramiento de Coronel de la Guardia Irlandesa. Ella ha asistido junto a su esposo, el príncipe Guillermo, al habitual desfile militar en Aldershot. Una vez más, ella ha destacado por su elegancia, luciendo un abrigo de Catherine Walker y un tocado de Jane Taylor.
En cuanto a joyas, Kate ha llevado unos discretos pendientes de esmeraldas y un broche dorado con forma de trébol de Cartier.Durante esta parada militar, es habitual que los príncipes de Gales presenten un ramito de trébol (uno de los símbolos de Irlanda) ante los oficiales y soldados, quienes posteriormente se la dan a un perro sabueso, que es la mascota del regimiento. Así lo han hecho esta misma mañana. Esta representa una de las tradiciones más simpáticas de esta jornada. También se han colocado ellos mismos un fresco manojo, Kate en la solapa y el príncipe en su sombrero, y de este modo han pasado revista a las tropas. Posteriormente, la pareja ha mantenido un encuentro más informal con los militares.
Aunque el día se ha presentado lluvioso y desapacible, Kate Middleton no ha perdido la sonrisa en ningún momento. Hace unos días asistió junto a su esposo al servicio religioso por el Día de la Commonwealth, en la Abadía de Westminster, pero llamó mucho la atención que no acudiera después a la habitual recepción que siempre se celebra en el palacio de Buckingham. Esta circunstancia volvió a sembrar algunas dudas, sobre todo después de que se haya señalado una supuesta infidelidad del príncipe Guillermo con una antigua amiga de Kate, la aristócrata Rose Hanbury.
El hecho es que la pareja, que lleva once años de matrimonio y más de 20 de relación, fruto de la cual han nacido tres hijos, continúa siendo uno de los valores más firmes de la realeza británica. El pueblo los adora y cualquier atisbo de nubarrón se percibe como una amenaza inadmisible para la monarquía de los Windsor. Es más, bajo esta consideración se ha hablado de una posible prerrogativa de silencio mediático que evitaría dañar la inmaculada imagen del heredero.
Mientras tanto, desde Buckingham empieza la cuenta atrás para el gran día: la Coronación de Carlos III como rey de Inglaterra. En la ceremonia Guillermo y Kate tendrán un papel importante, en cuanto a su condición de herederos al trono. Faltan 50 días...