Aunque el Príncipe Harry y Meghan Markle parecen estar muy felices en Los Ángeles, no olvidan lo difíciles que fueron sus últimos momentos en Londres. Una serie de circunstancias relacionadas con la Familia Real hicieron que los duques de Sussex tomaran la drástica decisión de poner tierra de por medio y dejar de pertenecer a ‘La Firma’. Algo por lo que incluso fueron ‘expulsados’ de Frogmore Cottage, tal y como han recordado los últimos documentos que han salido a la luz.
Según los documentos publicados por ‘Companies House’, el Príncipe Harry eligió el día en el que abandonó Frogmore Cottage junto a Meghan Markle como fecha de inicio de su residencia en Estados Unidos. El duque de Sussex se habría sentido “profundamente herido” al conocer que los miembros del clan Windsor habían creído oportuna su marcha de la que había sido su residencia. Por esta razón, también ha registrado que el país o estado en el que reside habitualmente es Estados Unidos, mientras que anteriormente era el Reino Unido.
Con este movimiento, el hijo de Diana de Gales ha demostrado que ya poco o nada le une a su tierra natal. El hermano del Príncipe Guillermo se siente más estadounidense que nunca pese a que su padre es el monarca del Reino Unido. Así lo ha demostrado no solo al cambiar su país de residencia, sino también al hacer de Estados Unidos su sitio de confianza y visitar Londres en contadas ocasiones. Y es que, aunque la Familia Real británica atraviesa su peor momento, Harry prefiere mantenerse al margen, al menos públicamente, y centrarse en su nueva vida junto a Meghan al otro lado del Atlántico.
Este drástico cambio ha tenido lugar tan solo unas semanas después de que la Justicia británica se negara rotundamente a proporcionar protección policial mientras estuviera en Reino Unido. El Tribunal Superior de Londres aseveró que el Príncipe Harry no podría establecerse temporalmente en su país natal por las amenazas que giraban en torno a su familia. Algo por lo que al duque de Sussex no le quedaba más remedio que viajar en solitario para garantizar la seguridad de sus seres queridos: “Con gran tristeza para ambos, mi esposa y yo nos hemos visto obligados a retirarnos de este papel y abandonar el país en 2020. El Reino Unido es mi hogar. El Reino Unido está en el corazón de la herencia de mis hijos, y es el lugar donde quiero que se sientan tan en casa como donde viven ahora, en Estados Unidos. Eso no es posible sin garantizar su seguridad cuando están en suelo británico. No puedo arriesgar así a mi mujer y, dada mi experiencia vital, soy reacio a arriesgarme yo también innecesariamente”, comentaba.
Sin ir más lejos, durante el pasado mes de febrero en una entrevista para ‘Good Morning America’, Harry reveló que había barajado una posibilidad que ahora se ha hecho real. Esta no es otra que la adopción de la nacionalidad de Meghan: “La ciudadanía estadounidense es una idea que se me ha pasado por la cabeza, pero desde luego no es una prioridad para mí en este momento”, revelaba. Sin embargo, ahora ha optado por dar este paso al frente en un momento verdaderamente convulso dentro del clan Windsor.
Los dos varapalos por los que el Príncipe Harry atrasó su cambio de residencia
Con sus palabras en aquel momento, el Príncipe dejaba entrever que su mente no estaba preparada para pensar en su país de residencia, sino más bien en otros problemas. Entre ellos, el cáncer que le han diagnosticado a su padre y que no le permite desarrollar sus compromisos oficiales con total normalidad. Y es que, tras haber sido operado de un tumor en la próstata, se notificaba que el Rey Carlos sufre un cáncer del que ya se recupera con tratamiento. Una enfermedad que, lejos de bajar su ánimo, le ha hecho permanecer esperanzado y “positivo” para “volver a sus compromisos públicos lo antes posible”.
Casi dos meses después, Kate Middleton revelaba que también padece cáncer y que está recibiendo quimioterapia en su particular lucha contra la enfermedad. Por esta razón, la Princesa de Gales había permanecido alejada del foco mediático desde finales del pasado 2023. Aunque en un primer momento se llegó a creer que retomaría su vida pública después de Semana Santa, todo apunta a que aún no se siente preparada para ello. Su vuelta al trabajo es toda una incógnita, mientras tanto, la Reina Camilla y su marido han cogido las riendas de la monarquía.