Harry y Meghan Markle reaparecen de la mano tras los rumores de un inminente divorcio. Los Duques de Sussex visitaron un edificio de oficinas en Santa Bárbara cuando los medios captaron sus primeras instantáneas juntos tras el revuelo mediático. La pareja salía de la mano directa a montarse en su coche seguidos muy de cerca por un miembro de su equipo de seguridad. Ambos disfrutaban de un momento de complicidad, mostrándose muy sonrientes.
Ambos lucían un look muy casual, vaqueros para él y camisa blanca y pantalones cortos para ellos. Ni la gorra del hijo del Rey Carlos III ni el sombrero blanco de la actriz evitaron estas imágenes que muestra Daily Mail y que zanjan las dudas sobre su posible distanciamiento. Es, también, la primera de las veces que alguien les acompaña por su seguridad. Desde que se marcharan a vivir a Estados Unidos, no contaran con la seguridad de Buckingham Palace. Los últimos acontecimientos, como una persecución de algunas cámaras por las calles del país norteamericano tras una entrega de premios, les podría haber hecho cambiar de opinión.
Se desconoce, sin embargo, cuál es el motivo de la visita a este conjunto empresarial que alberga, entre otros servicios, un estudio de kárate, otro de pilates o, incluso, una peluquería. Tom Bower, periodista británico especializado en la Familia real británica, fue el que hizo saltar todas las alarmas. Meghan Markle y el Príncipe Harry estarían a un solo paso de la separación. "La Duquesa de Sussex se estaría cansando de Harry", aseguró. La decisión sería tan firme, al contrario de lo que estas imágenes llegan ahora a apuntar, como que la pareja ya estaría viviendo por separado.
La última decisión de Harry y Meghan con Frogmore Cottage y Buckingham Palace
El 19 de mayo de 2018 el Príncipe Harry y Meghan Markle se convertían en marido y mujer. Desde ese momento la pareja, como parte de la familia real de Inglaterra, viviría en una de las viviendas propiedad de Buckingham Palace. Para la pareja la Reina Isabel II y Carlos III tuvieron en mente Frogmore Cottage. Allí estuvieron más de seis meses hasta que decidieron desligarse de la realeza oficialmente y se marcharan del país. Tres años y medio después de ese suceso, toman una determinación al respecto. Ya tienen en Londres las llaves del inmueble después de que estos hayan decidido devolverlas. Es un gesto simbólico que termina con la relación "oficial" que pudiera existir entre la monarquía y ellos.
Fue todo un regalo de bodas de su abuela para Harry. Frogmore Cottage se encuentra dentro del complejo de Windsor y se sitúa a tan solo una hora de Londres. Nada más llegar a esta casa con estética clásica inglesa, junto a Meghan pusieron en marcha una remodelación cuyo coste ascendió a los 2.7 millones de euros. Un dinero que tuvieron que devolver al marcharse por ser público y convertirse en el objeto de las críticas. Ahora esta vivienda le pertenece a el Príncipe Andrés. Una decisión que tomó el actual monarca a principios de año para sorpresa de la pareja, que se confesó entonces "aturdidos" por lo mismo. Sintieron que estaba siendo "un castigo final y cruel" y que era una declaración de intenciones para "sacarlos de escena para siempre". Con la devolución de las llaves cierran ya ese ciclo, una despedida lejana de la que fue su hogar durante tanto tiempo.