Los duques de Sussex han denunciado la presencia de varios drones sobrevolando su nueva mansión.
El príncipe Harry y Meghan Markle están intentado adaptarse a su nueva vida alejados de la Familia Real Británica en Los Ángeles. Los duques de Sussex están muy centrado en proteger su intimidad y no dejar que nadie pueda acercarse a ellos. Lejos de alcanzar esa tranquilidad que tanto estaban buscando, el hijo de Carlos de Inglaterra y la exactriz han acudido a la policía después de sentirse acosados por unos drones que habrían intentado sobrevolar su nueva casa.
La pareja ha tenido que denunciar la presencia de varios drones que se encuentran sobrevolando su mansión de Beverly Hills, en Los Ángeles, tal y como indica 'The Daily Beast'. "No saben a ciencia cierta quién está detrás de esos drones. Sin embargo, creen que serán fotógrafos. Aunque no lo han podido confirmar. Hay que ponerse en los pies de esos padres", revela una fuente cercana al matrimonio al medio estadounidense.
De la misma forma, este confidente ha asegurado que los duques de Sussex están completamente aterrados de que su suposición sea cierta y se confirme que los fotógrafos han invadido su espacio. Meghan Markle y el príncipe Harry se percataron de lo sucedido cuando se encontraban en la piscina del jardín con el pequeño Archie. Ante esto, no dudaron en ponerse en contacto con la policía por si se trataba de una amenaza terrorista. Los duques de Sussex están muy preocupados por proteger su privacidad y se encuentra valorando la idea de contratar a más personal que vele por su seguridad.
Los Sussex quieren pasar desapercibidos
El príncipe Harry y Meghan Markle quieren pasar lo más desapercibido posible en su nueva etapa y por ello han implantado todas las medidas posibles para que nadie pueda acercarse a ellos. Su objetivo es que no se pueda filtrar nada de su vida.
No es la primera vez que los Sussex blindan su domicilio. A finales del año pasado, tomaron la decisión de otorgarle más privacidad a la casa en la que antes residía, ubicada en el parque privado Frogmore Estate. Allí también estaban muy expuestos y construyeron una valla en tono a la casa que bloqueaba la visión de cualquiera que pudiera encontrarse en un punto cercano. Una medida de seguridad que se sumaba a una verja de hierro exterior que existía anteriormente, alejándoles así de cualquier intruso y convirtiendo este enclave en un lugar más seguro. Esto se ha convertido en la mayor obsesión de la pareja desde el inicio de su relación.
Disfrutando de su nueva etapa
Meghan Markle y el príncipe Harry están felices y disfrutando de su nueva vida alejada de las obligaciones como miembros de la Familia Real Británica. Tal y como dijo el propio nieto de la reina Isabel II, su vida ha cambiado de forma drástica y más aún desde que se instalaron en Los Ángeles, en una mansión que cuenta con ocho habitaciones y que cuesta más de 18 millones de dólares.
En su adaptación a su nueva vida independiente alejada de la realeza han contado con la ayuda de numerosos amigos de exactriz, así como de su propia experiencia cuando ella vivía allí antes de convertirse en duquesa de Sussex. Sin embargo, en esta última etapa hay una persona que ha estado aconsejando a la pareja acerca de la zona en la que viven, así como sobre los mejores colegios a los que el pequeño Archie podría ir en los próximos años. La cantante Adele se ha convertido en la fiel consejera y confidente de los duques de Sussex. Desde que se mudaron a Beverly Hills, la interprete de «Someone Like You» se ha convertido en su mejor guía sobre la zona. La británica le ha brindado todo tipo de consejos, incluidos una lista de los mejores colegios así como los lugares más discretos para salir a pasear con Archie y que así no les reconozcan.