El refugio de Meghan Markle y Harry volvía a ser un secreto hasta que se desveló que se encontraban en una casa de más de 18 millones de dólares perteneciente al músico Tyler Perry, la cual está situada en Los Ángeles. Una increíble propiedad rodeada de mansiones, pero que, según las imágenes que vieron la luz, no tenía la suficiente privacidad. El jardín estaba a la vista de cualquiera, hecho que ha provocado que el matrimonio quiera poner las medidas suficientes para 'bunkerizar' las inmediaciones. Más aún si se tiene en cuenta que hay rutas de senderismo en los alrededores, lo que multiplica las posibilidades de ser vistos. ¿Cómo lo han hecho? Con el fin de mantenerse a salvo y evitar que incluso los paparazzis sean testigo de su día a día, Meghan y Harry han optado por contratar a unos trabajadores que coloquen lonas y pantallas opacas en la verja que rodea la finca.
Este fin de semana se ha podido ver a estos empleados trabajando en ello para que todo este listo cuanto antes. De hecho, la mansión de Beverly Hills ha sufrido una gran transformación en los últimos días, por lo que muy pronto tanto ellos como Archie podrán disfrutar de la naturaleza sin ningún temor. Por el momento, es una incógnita si esta medida corre a cuenta del propietario, Tyler Perry, o bien se han hecho cargo ellos con el fin de estar relajados el tiempo que deseen estar en esta vivienda. Por otro lado, la pareja ha incluido también cámaras de vigilancia a lo largo de todo el perímetro de la casa, por lo que tratarán de evitar que se les escape nada y estar alejados del foco del que llevan meses huyendo. Desde allí se ha pronunciado Harry este fin de semana a través de un mensaje público que ha dado mucho que hablar: "La vida ha cambiado de forma drástica para todos nosotros".
¿Cómo es esta casa?
Esta mansión cuenta con ocho habitaciones, es digna de una estrella del celuloide y, además, propiedad de un magnate de Hollywood. Una residencia que tiene un terreno de nueve hectáreas y, aunque en un principio parecía disponer de máxima seguridad al estar situado sobre una cima dentro del exclusivo complejo privado de ‘Beverly Ridge Estates’, tiene algunos vacíos que ellos están intentando paliar.
Gracias a la ubicación de la residencia, Meghan tendrá cerca a muchos de sus seres queridos. Sin ir más lejos algunas de sus mejores amigas, entre ellas, Heather Dorak, Benita Litt y Abigail Spencer, viven cerca. El regreso a su ciudad natal también hace posible que tenga contacto permanente con su madre, Doria Ragland, un pilar muy importante para ella y con el que ella siempre ha podido contar.
Aunque ambos se encuentran en búsqueda de la casa perfecta para criar a su familia, por el momento, desean tener una residencia que les proporcione la intimidad suficiente. Quién sabe si en los próximos podrían incluir otras medidas provisionales para que no exista ninguna instantánea ni de ellos, ni tampoco junto a su pequeño. Su objetivo es que no se filtre apenas nada de su vida o al menos evitar que las fotografías pertenezcan a su fortaleza. Aunque este paso ha sido noticia, lo cierto es que no es la primera vez que Meghan y Harry blindan su domicilio. A finales de año otorgar más privacidad a la casa en la que entonces residían y la cual estaba ubicada en el parque privado Frogmore Estate, a una milla del castillo de Windsor.
Su obsesión por blindar sus residencias
Allí también estaban muy expuestos y construyeron una valla en tono a la casa que bloqueaba la visión de cualquiera que pudiera encontrarse en un punto cercano. Una medida de seguridad que se sumaba a una verja de hierro exterior que existía anteriormente, alejándoles así de cualquier intruso y convirtiendo este enclave en un lugar más seguro. Su pequeño Archie podía campar a sus anchas, al igual que ahora en Los Ángeles.
Para algunos expertos esto se ha convertido en la obsesión de la pareja. Sus planes en muchas ocasiones son secretos y durante los últimos meses han dado un giro radical a su actitud tras anunciar que su único deseo era llevar una vida independiente alejada de la realeza. Su papel como miembros de la realeza formaba parte así del pasado, haciéndose su renuncia efectiva. Tanto es así que también se despidieron de su cuenta oficial de Instagram con un mensaje muy especial que una vez más les hizo copar titulares: "A pesar de que quizás ya no nos veamos por aquí, el trabajo continúa". Así ha sido, aunque han tratado de hacerlo alejados de los medios.