Unas horas después de que se anunciara que Carlos III (75 años) ha sido diagnosticado de cáncer, su hijo, el príncipe Harry (39 años), ha aterrizado en Londres. Tras tomar un vuelo desde Los Ángeles, donde reside con su mujer y sus hijos, ha llegado este martes 6 de febrero a la ciudad británica sin querer llamar demasiado la atención. Un deseo imposible teniendo en cuenta que iba franqueado por al menos dos coches de policía y otro de seguridad privada. Los viandantes, conscientes de que en su interior había un miembro de la familia real, sacaban sus teléfonos para grabar y tener pruebas del momento.

Harry ha aterrizado en Londres y ha abandonado el aeropuerto rodeado de policía

Harry ha aterrizado en Londres y ha abandonado el aeropuerto rodeado de policía.

Gtres

El príncipe Harry dejó de tener seguridad policial, un privilegio que él peleo en los tribunales

Un protocolo de máxima seguridad con el que se creía que ya no contaba. Recordemos que en el año 2020 tanto Harry como Meghan renunciaron a sus funciones oficiales, por lo que fueron despojados de seguridad policial durante su estancia en Reino Unido. Llevó esta decisión hasta el Tribunal Superior, siendo el propio organismo quien dictaminó que ni siquiera podía contratar a las fuerzas durante sus viajes al romper con la familia real británica. 

La hoja de ruta de Harry de Inglaterra tras el diagnóstico de Carlos III

A pesar de que se dirigía al aeropuerto a primera hora de la mañana, no llegaba hasta el mediodía hasta su destino. Allí ha sido recogido por un coche privado, el cual junto a varios coches policiales, le ha llevado escoltado hasta Clarence House, donde ha decidido Carlos III centrarse en su recuperación. Harry tiene claro cuál es su papel y cuánto le necesita ahora su progenitor, por lo que ha dejado de lado todas sus rencillas. Lo que ha evitado es viajar junto a Meghan, quien quiere permanecer en un segundo plano dadas las circunstancias. 

Harry viajaba en un coche negro de grandes dimensiones

Harry viajaba en un coche negro de grandes dimensiones.

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Todas las miradas se posaban en el círculo más cercano a Carlos III. Aunque su entorno asegura que está optimista y que el tumor "se ha pillado a tiempo", eso no evita que su núcleo duro esté preocupado. Prueba de ello que Harry haya hecho las maletas en tiempo récord y que el príncipe Guillermo haya retomado su agenda, a pesar de que no lo tenía previsto. Semanas después de que Kate Middleton fuera intervenida de una operación abdominal y él se tomara una baja voluntaria, debe volver a sus quehaceres. 

Con los hijos de Carlos III ubicados en el mapa, hay quien se pregunta dónde está Meghan Markle. La duquesa de Sussex estaría en California junto a sus hijos, huyendo así del escándalo e intentando apoyar a su marido desde la distancia. 

La delicada salud de Carlos III está en boca de todos. Si bien se desconoce cómo de largo será su tratamiento médico, hay quien quiere saber qué escenarios se plantean en el caso de que abdicara. El monarca aparece en 'Nostradamus', donde hay una incómoda profecía que le deja fuera de la ecuación. En la revista SEMANA te contamos qué se vaticinó y en qué podría coincidir.