La reina Isabel prosigue en el castillo de Windsor recuperándose del coronavirus. La soberana dio positivo hace una semana, desatando con ello todas las alarmas dada su avanzada edad. A punto de cumplir los 96 años (el próximo 21 de abril), la reina debía retirarse hasta su completo restablecimiento.
Aunque desde Buckingham aseguraron que tenía síntomas leves, parecidos a un resfriado, y que iba a mantener tareas ligeras de despacho, la sucesiva cancelación de diferentes actos de agenda ha causado una innegable preocupación.
No solo ha echado para atrás varias audiencias que iba a realizar por videollamada, sino que también ha pospuesto la importante cena de gala con el Cuerpo Diplomático en Windsor, que iba a tener lugar este miércoles 2 de marzo. El motivo principal no ha sido la salud de la monarca, sino la tensión internacional ocasionada por la invasión de Rusia a Ucrania.
Sin embargo, ahora han llegado noticias esperanzadoras sobre su estado. Puede que su convalecencia se alargue durante un tiempo más, pero al menos ya ha comenzado a recibir visitas. Y además de sus seres más queridos, algunos de sus nietos y bisnietos, quienes sin duda le habrán brindado toda la fuerza y energía extra para remontar al final de la enfermedad.
Por lo que se sabe, el príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, han sido los primeros en acudir a verla. Y no lo han hecho en Windsor, sino en Frogmore, situada dentro de los terrenos del castillo, a un kilómetro y medio, donde se ubica el famoso 'cottage' que fue la primera residencia oficial del príncipe Harry y Meghan Markle.
Según el diario The Daily Mail, la soberana acudió allí para reunirse con sus nietos, por lo que el propio desplazamiento, aunque corto, demostraría que Isabel II ya se encuentra mucho mejor. Además de los duques de Cambridge, por supuesto también estaban los tres hijos de la pareja, sus bisnietos: los príncipes George, Charlotte y Louis.
Kate Middleton acababa de regresar de su viaje a Dinamarca, el primero en solitario que realiza, y seguramente puso al día a su 'abuela', además de llevarle el mensaje de cariño de la reina Margarita.
Sin duda una buena dosis de alegría necesaria para la anciana soberana, que en las últimas semanas ha vivido la enorme satisfacción de empezar a celebrar su Jubileo de Platino por sus 70 años en el trono.
Aunque también ha afrontado el disgusto de tener a su hijo el príncipe Andrés bajo sospecha de abusos sexuales, y más después de llegar a un millonario acuerdo con la mujer que lo acusaba, Virginia Giuffre. De momento, la reina ya ha adelantado casi 2,5 millones de euros como 'donación' a la fundación de la víctima.
Frogmore Cottage fue acondicionada por los duques de Sussex para formar allí su hogar. El alto coste de la reforma ya fue objeto de polémica. Pero más lo fue que, apenas un año y medio después, Harry y Meghan decidieran marcharse de la realeza y abandonar esa mansión. Así que se la cedieron a su prima la Eugenia de York, hija del príncipe Andrés, y su familia. Sin embargo, parece que esta vez la princesa no estuvo presente en este encuentro.
Poco a poco, la reina Isabel va recuperando las fuerzas después de unos días en los que ha tenido en vilo al pueblo británico. La soberana dio positivo en coronavirus después de los de su hijo mayor, el príncipe Carlos, y la esposa de este, Camilla de Cornualles.