El Príncipe Harry y Meghan Markle han anunciado que asumirán un nuevo rol como miembros de la Casa Real Británica. Los duques de Sussex no han podido superar la presión mediática y han decidido dar un giro a su labor institucional en el clan Windsor. A partir de ahora trabajarán para ser independientes económicamente. Y vivirán a caballo entre "Norteamérica y el Reino Unido".
Quieren "dar un paso atrás" y "trabajar para ser independientes"
"Tras muchos meses de reflexión y debates internos, hemos optado por hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel de manera paulatina dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros 'Senior' de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, mientras continuamos apoyando plenamente a Su Majestad la Reina". Así comienza el comunicado emitido por la pareja.
"Con vuestro apoyo, sobre todo en los últimos años, nos sentimos dispuestos a hacer este ajuste. Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y Norteamérica, continuando honrando nuestro deber con la Reina, la Mancomunidad y nuestros patrocinios. Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con un aprecio por la tradición real en la que nació, mientras que también proporciona a nuestra familia con el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluyendo el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa", prosigue el escrito.
El matrimonio ha querido dejar claro que no renunciará a sus funciones institucionales. Seguirán comprometidos con la Corona británica, solo que de manera distinta. "Esperamos compartir todos los detalles de este emocionante próximo paso a su debido tiempo, mientras seguimos colaborando con Su Majestad la Reina, el Príncipe de Gales, el Duque de Cambridge y todas las partes relevantes. Hasta entonces, por favor acepten nuestro más profundo agradecimiento por vuestro continuo apoyo", concluyen.