El príncipe Harry y su hermano, el príncipe Guillermo, han tenido una infancia atípica. Ambos contaron con todo tipo de lujos en su niñez. Como herederos reales crecieron entre palacios, sirvientes y juguetes, pues los dos pudieron ver obtener todos los caprichos que quisieron. Sin embargo, estos premios materiales no suponen una infancia idílica y de ensueño. El menor de los hermanos ha expresado que su educación real le provocó un "trauma generacional", puesto que considera que sus necesidades emocionales no fueron satisfechas.
La experta en realeza Ingrid Seward considera que los problemas emocionales del príncipe Harry nada tienen que ver con las cosas materiales o las necesidades del pequeño, sino con el trato que el Rey Carlos III dio a su hijo pequeño. Según expresa fue "muy blando con él".
El medio británico Daily Mail ha recogido las declaraciones de esta experta, en las cuales crítica durante el método de crianza del hijo de Isabel II. "Si Carlos hubiera sido más firme con Harry, y, en cierta medida, con Guillermo, en sus años de formación, tal vez no le habrían causado tanta preocupación", ha expresado, mostrando su dura postura sobre la educación que ha dado Carlos III a sus hijos.
Otros expertos han compartido que el rey era muy indulgente con el pequeño, por lo que siempre se lograba salir con la suya, algo que ha afectado a su forma de ser. Además, señalan que siempre se le dio toda la responsabilidad el Príncipe Guillermo, puesto que era el heredero al tono, por lo que su hermano menor contó con mayor libertad. Sin embargo, esto le llevó a estar en segundo plano y a sentirse como un remplazo para la Casa Real. "Yo era la sombra, el apoyo, el Plan B. Me trajeron al mundo en caso de que algo le sucediera a Willy", expresa en sus memorias el duque de Sussex, dejando clara su postura y cómo se sentía durante la infancia, llegando a pensar que su misión en el mundo era estar para sustituir a Guillermo o donarle órganos o sangre en caso de que fuera necesario.
El príncipe Guillermo con el uniforme de Eton
Gtres
Ingrid Seward muestra su postura ante la educación del Príncipe Harry
Sin embargo, Ingrid Seward considera que esta es su forma de colocarse en un papel de víctima. Durante su trabajo pudo conocer a los pequeños y ver cómo iban creciendo y desarrollando su personalidad. El pequeño de la casa era el ojito derecho de su madre e incluso le llamaba "su pequeño bebé". Entre los hermanos siempre hubo una competición por el cariño de la familia y por demostrar que estaban a la altura de las circunstancias. Sin embargo, Guillermo siempre fue muy aplicado en los estudios, mientras que Harry sufría dislexia, lo que le dificultaba el aprendizaje. Al sentirse de menos, se ha rebelado en varias ocasiones, algo que su padre no ha sabido frenar.
Seward cree que a ello se sumó que su padre era muy blando con ellos y que su abuela los consideraba unos "niños rebeldes". Para la experta, "un poco más de disciplina temprana podría haber sido útil", no solo por su padre, sino también por su madre. Ambos hijos presenciaron discusiones del matrimonio, pero el pequeño fue siempre el más protegido por sus progenitores para quedar al margen de estas situaciones.
Además, tras su separación, según indica la experta, Diana acortaba el tiempo que los pequeños pasaban con su padre, algo a lo que no se opuso el actual rey. Esto ha sido relacionado con un rechazo al conflicto. Este miedo a la confrontación pudo ser clave en la relación con su hijo, ya que Carlos III tuvo problemas a la hora de desafiar la etapa más rebelde de Harry, según indica la experta. "Creo que Charles probablemente lamenta no haber sido un poco más estricto, porque podría haberles dado a ambos niños algunos límites más", expresa.
Carlos III continúa sin poner límites a su hijo
Sin embargo, esta distancia con sus hijos tiene una explicación y es la falta de afecto que recibió el rey Carlos III durante su infancia, al ser educado para ser soberano. Cuando Carlos habló con Jonathan Dimbleby para una biografía autorizada en 1994, criticó su educación y el distanciamiento emocional de su madre y de su padre, el príncipe Felipe, ya que él fue criado por niñeras.
Carlos III se reconcilió con su madre pasados los 30 años, momento en el que comprendió su postura. Pero, el caso de Harry parece ser más complicado. El Príncipe ha querido estar presente durante la lucha contra el cáncer de su padre. Sin embargo, sus visitas han sido breves. En todo 2024 tan solo ha viajado dos veces a Reino Unido, en mayo y en septiembre. Pero, no quiso reunirse con Carlos III. Además, se ha visto en el ojo de la polémica en varias ocasiones, algo que según la experta sigue relacionado con su intención de romper las reglas reales, ante la falta de límites de su padre.