Harry (39 años) y Meghan (42 años) han reaparecido en Canadá. ¿Su objetivo? Celebrar los Juegos Invictus, un viaje que ha puesto sobre la mesa las razones por las que la duquesa de Sussex sí está dispuesta a volar. Aunque son muchas las anécdotas que deja su escueta reaparición, lo cierto es que hay un detalle especialmente llamativo: el show 'dientes dientes' que han llevado al extremo. Para saber cómo de impostada ha sido su actitud en la nieve y cómo de cierta era la sonrisa de ambos, la revista SEMANA se ha puesto en contacto con un experto en Comunicación No Verbal.
Nos señala varias curiosidades, centrándose, por ejemplo, en la mirada perdida en ciertos momentos de Harry o en la comodidad que Meghan demuestra en cada uno de sus pasos. "Se pueden ver sonrisas sociales en alguna de las imágenes. Cabe señalar que en la mayor parte del tiempo lo hacemos todos", comienza diciendo Javier Torregrosa, de 'Noverbal' a este medio. Ambos están más que acostumbrados a este tipo de eventos, donde coinciden con cientos de perfiles y donde saben que cada uno de sus gestos serán analizados al detalle. Por esa razón, no se permiten un error o al menos intentan que así sea.
La Familia Real Británica no está del todo contenta con ellos y esto provoca que los duques de Sussex siempre estén en el punto de mira. Volvía a suceder estos días con su nueva web, la cual estaba en peligro por utilizar el símbolo de la corona y su título con intenciones dudosas. Una vez más vuelven a ser protagonistas, aunque en esta ocasión por la actitud mostrada en su última cita.
"Meghan está mucho más cómoda que Harry en su reaparición"
Tras analizar el comportamiento de Meghan y todos los detalles de su sonrisa, desde 'Noverbal' nos dicen que ella estaba pletórica. "La clara elevación de los pómulos, sobre todo del pómulo izquierdo, y la de la comisura también izquierda de Megan indica claramente que su expresión es de felicidad", explica. Se maneja como pez en el agua delante de las cámaras, de hecho, es capaz de dejar de lado cualquier rumor, polémica o comentario sobre ella o su familia.
Un rictus que nada tiene que ver con el de Harry, quien en ciertos instantes sonríe, pero en otros mira hacia el suelo. "Meghan está mucho más cómoda que él. Digamos que él no tiene una sonrisa de legítima felicidad y que aparece serio cuando mira al suelo. Cuando lo hacemos representa una emoción triste. Él podría estar afectado", apunta el experto después de ver un sinfín de imágenes de la pareja en Canadá. No es de extrañar teniendo en cuenta la situación personal que afrontan en su familia con el cáncer de Carlos III. Aunque padre e hijo solo se vieron durante media hora, eso no quita que esté preocupado por la salud de su progenitor. "Eso puede revelar que está accediendo a cuadrantes emocionales", insiste.
El matrimonio ha reaparecido en la estación de esquí de Whistler, acompañados de un equipo de grabación. Reunidos en este evento, han dado el pistoletazo de salida para que comience la cuenta atrás para los Juegos Invictus de 2025. Eso sí, no han hecho mención alguna a las críticas recibidas estos días al "intentar aprovecharse" de su título, a pesar de la prohibición de la ya desaparecida Reina Madre. Una vez analizado su lenguaje corporal y su complicidad, les contamos qué problema les persigue ahora.
La razón por la que han recibido una gran polvareda
Han creado un sitio web llamado 'Sussex.com', donde rezan las biografías de la pareja y donde incluyen el escudo real de armas, movimientos que podrían enfadar de forma mayúscula a la Casa Real. "Van a tener verdaderos problemas. Es un título real y si hay algún indicio de comercialismo al respecto, se cerrará", cuentan fuentes cercanas a ellos en el 'Mail Online'.
La decisión de Harry y Meghan de cambiar el nombre de su web a 'Sussex.com' llega tras la prohibición de la Reina Isabel. Ella les impidió utilizar la marca 'Sussex Royal' al desvincularse de la Familia Real, pero cuatro años después han hecho caso omiso a la ya desaparecida Isabel II. Una web donde, por cierto, se presentan como "líderes influyentes, defensores de la caridad y autores de betsellers", intentando así dar visibilidad a su trabajo. No obstante, en ningún momento mencionan a la monarquía, algo especialmente impactante y que habrá cabreado a Carlos III (75 años). También al príncipe Guillermo (41 años), con el que Harry ahora tiene nula relación.