Losreyes Felipe y Matilde de Bélgica han vuelto a ser los anfitriones del tradicional Concierto de Navidad en el Palacio Real de Bruselas. Una cita que se celebra por primera vez desde la pandemia y a la que han acudieron con tres de sus cuatro hijos. Solo faltó el príncipe Gabriel, que está formándose en la Academia Real Militar. La reina lucía un moderno vestido rojo brillante de la firma Natan, muy navideño, pero fueron sus hijas las que esta vez acapararon casi toda la atención. De largo y muy glamourosas cada una a su manera, ¡Elisabeth y Leonor toman el relevo!
Hace unos días nos hacíamos eco del gran cambio que ha dado la benjamina de la familia tras aparecer en la felicitación navideña de la Casa Real belga. A sus 14 años, Leonor está muy alta y ya se atreve con un estilo plenamente adulto. En esta ocasión nos sorprendió con un vestido de estampado de flores muy vaporoso de la firma Diane von Furstenberg. ¡Se da la casualidad de que este mismo vestido lo tiene la princesa Amalia de Holanda!
A su lado brillaba su hermana mayor. La princesa heredera Elisabeth, de 21 años, escogió un diseño azul pavo real de la misma marca que su hermana, ajustado a su figura con un drapeado lateral, que combinó con unos llamativos pendientes.
La joven ha regresado a casa por Navidad desde Oxford, donde está estudiando la carrera de Historia y Políticas. Dado que será la futura reina de los belgas, ella tiene un papel preponderante dentro de la familia, pero muy atentos todos a su hermana pequeña...
En cierto modo Elisabeth y Leonor nos recuerdan a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía de Borbón. Dos hermanas muy unidas, aunque con un destino muy distinto. Las acompañaba su hermano el príncipe Emmanuel, de 17 años.
A esta gala también asistieron el príncipe Laurent, hermano del monarca, y su esposa, la princesa Claire. Los reyes eméritos Alberto y Paola no se dejaron ver en esta cita, así como tampoco la princesa Delphine, hermana del rey Felipe, quien tras ser reconocida legalmente por el anciano soberano también ha logrado lo impensable siendo admitida como un miembro más de la Familia Real en actos oficiales.