La Familia Real belga ha reaparecido estos días con motivo del juramento de la princesa Elisabeth como oficial. En la emotiva ceremonia, la heredera destacó desfilando con el uniforme militar de gala en otro paso más de su vida institucional. Y lo hizo ante la orgullosa mirada de los suyos, entre los que se encontraba su hermana pequeña, la princesa Eléonore, para quien es un gran referente. La benjamina solo tiene 15 años, pero ya ha empezado a captar la atención pública con una cada vez mayor presencia en eventos públicos, donde su dulce belleza no pasa inadvertida. Tanto que muchos la consideran ya una auténtica 'robaplanos'.
En el último año hemos visto a la menor de los cuatro hijos de los reyes Felipe y Matilde en numerosos actos oficiales y en todos ellos ha sobresalido con elegancia y naturalidad. También mostrando mucha timidez, lo cual resulta encantador para su creciente lista de admiradores. Alta, rubia, de ojos azules... Sus rasgos recuerdan mucho a su madre y también a su abuela paterna, la reina Paola, quien fue considerada una de las grandes bellezas de la realeza en su juventud. A veces se compara a Eléonore con Irene Urdangarin. El caso es que acto al que va, acto en el que se termina hablando de Eléonore.
Eléonore no lo pretende, pues casi parece querer esconderse tras sus padres o sus hermanos, y tiene un alma sensible que destila tocando el violín de manera virtuosa. Pero al final tiene ese 'algo' especial que hace que todas las miradas acaben dirigiéndose hacia ella. ¿Se podría hablar de rivalidad con su hermana mayor?
La verdad es que Elisabeth es la heredera al trono, la futura reina de los belgas, pero la princesita se está ganando poco a poco el corazón de su pueblo. Las hermanas se adoran, han crecido juntas en el seno de un hogar que ha abogado por el cariño, el respeto y la igualdad, imbuidos de la profunda fe religiosa que impulsa a la familia, y Elisabeth es para Eléonore todo un ejemplo a seguir.
En la reciente ceremonia de juramento de la heredera, la princesa Eléonore sorprendió luciendo un moderno mono de la firma Diane von Fürstenberg (689 euros). Lo acompañaba de unos tacones altos, el pelo suelto y su rostro maquillado sutilmente. Su imagen más infantil está dando paso a una joven con muchas posibilidades.
Pocos días antes Eléonore acudió con su madre, la reina Matilde, a la representación de una ópera en Bruselas. Allí volvió a despuntar con top y pantalones anchos negros. El pasado verano incluso viajó a España para conmemorar el 30º aniversario de la muerte del rey Balduino de Bélgica, acaecida en su residencia de Motril (Granada). Para este acto, en el que estuvo con su madre y con la Reina Sofía, llevó un bonito vestido boho en color blanco. Poco antes, el 21 de julio, había celebrado con el resto de su familia el Día Nacional de Bélgica. Entonces la princesa optó por un vestido metalizado asimétrico, que le valió muchos elogios. Y los que le quedan.