El príncipe Harry se cruza de brazos y se niega a devolver los títulos militares que obtuvo por ser miembro de la familia real. Estos títulos conllevan un trabajo que él no desempeña porque ni siquiera vive en Reino Unido. Están desatendidos, pero aún así se niega en rotundo. Tensión otra vez en Buckingham
Hace un año desde que el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron hacer oídos sordos a lo que se decía de ellos y emprender una andadura en solitario, ajenos a las tareas de representación de la corona británica. Las críticas sobre sus movimientos ya eran una rutina, por lo que ser objeto de nuevas críticas, quizá ahora con fundamento, parece que no les ha causado un mal mayor y en contraposición ahora gozan de una fama que pueden traducir en millones de euros y es que el denominado ‘Megxit’ les abre las puertas a explotar económicamente su imagen publicitaria y asociarse a las empresas que deseen para acumular más y más fortuna. Eso sí, no todo es un camino color de rosa y es que para eso han tenido que renunciar a mucho, pero el príncipe Harry parece no estar dispuesto a renunciar a sus títulos militares, los cuales logró con esfuerzo, pero también por su condición real. Las negociaciones en Buckingham vuelven a tensarse y la polémica ya está servida.
Las negociaciones en las que se establecen los principios de la salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la familia real británica siguen en marcha. Un año no ha sido suficiente tiempo para llegar a un acuerdo y es que han llegado a un punto en el que ambas partes no llegan a reconciliar sus intereses propios. Así lo acaba de publicar el diario británico ‘The Telegraph’, que asegura que el nieto de Isabel II se niega a dejar sobre la mesa de negociaciones las distinciones y títulos militares que consiguió en su carrera, pese a que estén asociados a su condición como príncipe y no como ciudadano que ha hecho méritos en el ejército.
Se trata de cargos militares y logros que ha atesorado durante su paso por el ejército en 10 años, como son el de capitán del Cuerpo de Marines Reales o el de comandante aéreo honorario de la RAF Honington. Cargo que, por otro lado, están completamente desatendidos, dado que el príncipe Harry se ha instalado en Los Ángeles con su mujer y su hijo. Estas tareas no pueden aplazarse más y aunque la reina Isabel II de Inglaterra ya le dejó claro a su nieto que debe renunciar a ellos, un año después se ha encontrado con un muro difícil de derribar: él se niega en rotundo.
La reina Isabel II, junto al príncipe Carlos y el príncipe Guillermo, los herederos al trono británico, dejaron muy claro al príncipe Harry que su marcha de la familia real debía ser determinante. Es decir, si se va, debería hacerlo de manera completa y no podría acogerse a aquello que le interesa, mientras reniega de lo que no le gusta. No puede beneficiarse del hecho de ser miembro de la familia real, pero sin atender a las responsabilidades que ello conlleva. Un descaro que ha enfrentado de nuevo a la familia y que, al parecer, deja a Meghan Markle al margen de la polémica. Al menos se ha librado de una.
Estos cargos militares que recaen sobre el príncipe Harry pero que no está atendiendo deben ir a manos de otro miembro de la familia real. Algunas voces señalan a la princesa Ana como la mejor candidata, mientras que otros creen que será su hermano Guillermo quien goce de tales distinciones honoríficas. Aun así, es mucho hablar, dado que el duque de Sussex se ha cruzado de brazos y se niega a deshacerse de los títulos militares, los cuales considera propios, aunque sean de la corona y para sus miembros. Un selecto club al que él ya no pertenece por decisión propia y para amasar una fortuna mayor y de la que no tiene que dar explicaciones a nadie. No lo puede tener todo y si quiere ser libre debe dejar a un lado todo lo que suponía que era una atadura, aunque algunas eran de su agrado.
“Su trabajo como militar al frente es una de las cosas más importantes para él y, por supuesto, quiere conservar esos títulos”, señala un supuesto amigo del príncipe Harry consultado por el citado medio, que asegura que su amigo estaría replanteándose pasar más tiempo en suelo británico para justificar la propiedad de los cargos militares e implicarse más en las tareas en el ejército que le fueron encomendadas como miembro de la familia real. Si no lo ha hecho hasta ahora, según dicen desde su entorno, se debe solo y exclusivamente a la pandemia del coronavirus, que le impide viajar con libertad y seguridad para sus seres queridos.
Algo que, para muchos, es una mera excusa de cara al próximo mes de marzo, cuando tiene lugar la revisión de los preceptos recogidos en el acuerdo firmado por ambas partes y que serán de nuevo motivo de análisis y negociación. Una revisión que será anual y en la que Harry y Meghan Markle dejan abierta la posibilidad a regresar cuando lo deseen y cuando les dejen, eso sí, y es que el daño que han hecho los duques de Sussex a la imagen de la corona es imperdonable para muchos, como dicen que es para el príncipe Guillermo, especialmente dolido por los movimientos de su hermano, los cuales considera “egoístas”.