El príncipe Alberto de Mónaco ha vuelto a hacer las maletas para salir de Mónaco, alejándose con ello de su mujer, la princesa Charlène, que esta vez no ha podido acompañarle y se ha quedado atendiendo otros compromisos en el Principado visitando una residencia de ancianos y cuidando a sus hijos, Gabriella y Jacques. El destino elegido por el royal ha sido España, concretamente a los famosos yacimientos de Atapuerca, situados en la provincia de Burgos, para así arropar con su presencia una fecha especial: el 23 aniversario del nacimiento de la Fundación de los yacimientos. De ahí que el príncipe Alberto se comportase como un turista más, aunque tratado con todos los honores durante su visita, siendo guiado por cada estancia y descubriendo los secretos de este enclave histórico de la mano de los codirectores del centro, Juan Luis Arsuaga y Edudaldo Carbonell.
El príncipe Alberto ha tenido el placer de conocer en persona algunos de los yacimientos más destacados de Atapuerca, como es el de El Portan de Cueva Mayor, Sima del Elefante y Cueva Fantasma. Una visita fugaz bajo fuertes medidas de seguridad a Burgos que el príncipe soberano de Mónaco ha completado con un paseo por el Museo de la Evolución Humana y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, situados en Burgos. Una jornada en la que ha tenido oportunidad de conocer mejor de dónde venimos y quiénes nos precedieron y que parece que le ha encantado, pues ha prometido regresar en un futuro próximo, pero esta vez lo haría acompañado de la princesa Charlène y sus hijos, que seguramente sabrán sacar partido a tan importante lección de historia.
Alberto de Mónaco ha optado por realizar este viaje a España en solitario, dejando que la princesa Charlène haga frente a otros compromisos de la agenda oficial por su cuenta. Algo que ha llamado mucho la atención de todos, dado que en las últimas semanas parece que las apariciones públicas de la princesa se han intensificado y que el matrimonio está dispuesto a ofrecer su imagen más unida y fortalecida ante la infinidad de ocasiones que los rumores de crisis han hecho mella en ellos. Un contrato millonario puso fin a su separación física, pero ahora el príncipe Alberto tiene previsto permanecer en Burgos durante al menos unos días, lo que le alejará de su familia un poco más, aunque esta vez seamos nosotros quienes le sintamos más cerca.