Rania de Jordania está de cumpleaños. El 31 de agosto de 1970 venía al mundo en Kuwait la que, décadas más tarde, se convertiría en una de las monarcas más queridas de Oriente Medio y más seguidas por su acertado gusto a la hora de elegir vestuario. Es un icono de elegancia dentro y fuera de las fronteras del país que la acogió tras casarse con el rey Abdalá de Jordania en 1993. Tiene algo más de 10 millones de seguidores en Instagram, lo que, sin duda, deja entrever la curiosidad que suscitan todos sus movimientos. La Reina ha celebrado esta fecha señalada rodeada de los suyos en la más estricta intimidad. Un día antes se dejó ver rodeada de mujeres rurales del pueblo 'Hawar' para celebrar un 'precumpleaños' de lo más 'folclórico' y divertido. Se la vio disfrutando de lo lindo, como ella misma compartió en sus redes. .
Rania de Jordania se codea con el 'pueblo llano'
Este año ha sido uno de los más movidos en la vida de Rania. No es para menos. Ha tenido que organizar las bodas de su hija, la princesa Iman, con Jameer Thermiotis, celebrada en marzo, y la de su hijo, el príncipe heredero de Jordania Hussein, con la princesa Rajwa, el pasado mes de junio. A esto se suma las graduaciones del príncipe Hashem, que decía adiós a su etapa en el colegio, y la princesa Salma, que hacía lo propio con la universidad.Como anfitriona, Rania no defrauda. Siempre impecable, ha sabido estar a la altura en cada uno de estos eventos, que no solo han marcado un antes y un después en la vida de sus vástagos. Cada cita que secunda supone un espaldarazo para la marca Jordania que ella representa. Tras unos meses de actividad desmedida, la Reina ha querido celebrar su cumpleaños número 53 de forma mucho más austera. Su 'precumpleaños', en realidad. Un día antes de soplar las velas, Rania de Jordania acudía al pueblo Hawar para codearse con las matriarcas de esta comunidad rural y pasar un día entre cánticos, tradiciones y charlas al rededor del té.
Entre la tradición y la modernidad
"Ha sido encantador pasar la tarde con vosotras. Gracias a todas las mujer que he conocido hoy en el pueblo de Hawar. Qué ejemplo de mujeres increíbles que se apoyan las unas a las otras", compartía la Reina en su Instagram. La monarca ha abierto el álbum de fotografías de esta cita en la que se le puede ver muy sonriente e implicada con la comunidad. Para la ocasión, elegía un vestido tipo túnica, en un claro guiño a las tradiciones, en color blanco y ceñido a la cadera con un cinturón. Adornaba el elegante look con detalles de iris negros, la flor tradicional de Jordania. El broche de oro lo ponían unos altísimos tacones Jimmy Choo, marca fetiche de Rania de Jordania.Cada vez más próxima con su pueblo y sus tradiciones, atrás quedaron esos años en los que la casa real jordana era señalada por vivir al margen de sus súbditos y fuera de toda realidad. Rania ha sabido zanjar las críticas apostando por la proximidad. Aunque sea en contadas ocasiones.