La Casa Real danesa publicó, hace unos días, la programación oficial de tres días de la sucesión al trono de Dinamarca. La coronación y los actos posteriores no incluían, en ningún caso, a otras casas europeas. Sin embargo, en un giro inesperado, el canal danés DR1 anunciaba que habría una supuesta cena privada el mismo 14 de enero entre varias casas reales europeas. Acudirían, según la información, los príncipes herederos de Noruega, Haakon y Mette Marit, y los recién proclamados reyes de Dinamarca, Federico, el príncipe playboy, y Mary. La noticia señalaba que también se sumarían a la celebración la princesa heredera de Suecia, Victoria, y su esposo Daniel. Una información que podría haber causado una grave crisis europea. Sin embargo, a medida que avanzaba el día y los actos oficiales de la proclamación llegaban a su fin, la realidad distaba mucho de las especulaciones.
Al parecer, todo se desató porque Haakon y Mette Marit habían despejado su agenda y se creyó que sería para viajar a Copenhague y unirse a la festividad que seguiría a la proclamación oficial de los reyes daneses. Se especulaba con la presencia de otras casas reales del norte de Europa en este evento aparentemente privado.
Sin embargo, las 17 horas, con el cambio de banderas en el Castillo de Christiansborg, no se había confirmado la presencia de los príncipes noruegos en Dinamarca. Así, la Casa Real noruega sorprendió al desmentir el viaje de Haakon y Mette Marit. Aunque los príncipes noruegos no estaban en su país natal, se aclaró que no habían viajado a Dinamarca, desmintiendo así la información previa.
La confusión también rodeó a la participación de la princesa heredera de Suecia y su marido. Aunque se afirmaba inicialmente que Victoria y Daniel planeaban viajar a Dinamarca para la cena privada, este rumor también fue desmentido. Fuentes oficiales confirmaron que, si bien se llevaría a cabo un encuentro, este no tendría lugar el 14 de enero como se había especulado.
En conclusión, lo que inicialmente parecía ser una cena real secreta entre las casas reinantes del norte de Europa resultó ser una información falsa. Los desmentidos de las casas reales noruega y sueca pusieron fin a la especulación, aunque dejaron en el aire un posible encuentro en el futuro.