Una terrible noticia ha azotado la aparente tranquilidad de la que gozaba Alberto de Mónaco. La vida parecía haber dado una tregua a los Grimaldi, pues los rumores de crisis en su matrimonio poco a poco se estaban disipando. Sin embargo, una dolorosa pérdida ha dejado completamente devastado al Príncipe en plenas celebraciones del Festival Internacional de Circo de Montecarlo, una de las celebracionas más importantes del año dentro del Principado monegasco.
La felicitación de Charlene y Alberto de Mónaco con sus hijos por Navidad.
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Didier Guillaume, jefe del Gobierno del Principado de Mónaco, muere a los 65 años: el comunicado de Alberto
Didier Guillaume, una de las personas más cercanas al Príncipe Alberto, ha fallecido a los 65 años de edad a consecuencia de una enfermedad fulminante de la que apenas han trascendido detalles. Guillaume era el jefe del Gobierno del Principado de Mónaco y exministro de Agricultura de Francia durante los años 2018 y 2020, razón por la que la noticia ha trascendido no solo en Mónaco, sino también en el país vecino. Y es que, apenas llevaba cuatro meses con el cargo de ministro de Estado tras ser nombrado por el soberano de Mónaco, lo que ha hecho aún más dura su pérdida.
Por su parte, Alberto de Mónaco ha hecho uso de la cuenta oficial del Palacio Real monegasco para expresar el profundo dolor que siente ante la pérdida: “Estoy profundamente conmovido por el fallecimiento de un hombre de compromiso y corazón. El Principado de Mónaco pierde a un servidor ejemplar, cuya acción y lealtad quedarán grabadas en nuestra memoria. Envío mi más sentido pésame a su familia, así como mi más sentido pésame a todos aquellos que hoy lo lloran”, ha escrito, visiblemente devastado por la noticia.
Por si fuera poco, el Príncipe también ha dado unas declaraciones a un medio local en las que no ha escondido su tristeza por la muerte de una persona muy importante en su día a día: “He perdido a un amigo, a alguien a quien apreciaba mucho y con el que podía contar”, ha confesado. Para él no solo ha sido un gran profesional, sino también un pilar fundamental: “A lo largo de los años, habíamos forjado lazos de confianza y estima mutua”.
Dada la importancia del papel de Didier Guillaume dentro del Principado, han tenido lugar una serie de movimientos en su memoria. Durante las celebraciones por el Festival Internacional de Montecarlo, tanto la Princesa Estefanía como el resto de personas presentes han guardado un minuto de silencio por la muerte del político. También las banderas de los edificios oficiales han ondeado a media asta en señal de luto, y ya se ha habilitado una capilla ardiente para que, quienes quieran, puedan darle el último adiós. El funeral no tendrá lugar hasta el próximo 23 de enero a las 11:00 horas de la mañana, y se espera que esté presente la familia Grimaldi prácticamente al completo.
Charlene, Alberto de Mónaco y un matrimonio marcado por los continuos rumores de crisis
Mientras tanto, la distancia entre Alberto y Charlene de Mónaco cada vez es más evidente. Ambos apenas hacen apariciones públicas de manera conjunta, aunque sí que en Navidad compartieron una tarjeta con el objetivo de zanjar cualquier rumor de crisis que pudiera haber entre ellos. Con una imagen familiar, los príncipes y sus hijos felicitaron la Navidad a sus “súbditos”. Una estampa en la que parecían más unidos que nunca, aunque quizá no obtuvieron el resultado que hubieran deseado: “El Palacio del Príncipe se complace en compartir con ustedes la foto de la tarjeta de felicitación de la familia principesca”, escribieron, de manera muy escueta.
Todo saltaba por los aires a mediados del 2024. Fue ahí cuando el medio alemán ‘Bunte’ se hizo eco de la devastadora situación anímica de la Princesa: “Está rodeada de gente, tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida”. Al parecer, y aunque su agenda en los últimos meses se ha visto claramente reforzada, Charlene sufre una supuesta tristeza que se refleja en sus gestos y en su mirada, y que los medios de comunicación europeos no han pasado por alto: “El hermoso mundo de la ilusión de Charlene de Mónaco tiene sus trampas. ¿En quién puede confiar realmente? ¿Con quién habla de sus preocupaciones y miedos sin que el resto del mundo se entere?”, se han preguntado.
Mientras que el Príncipe Alberto ha intentado negar por activa y por pasiva esta supuesta crisis, Charlene en sus entrevistas se ha centrado en deshacerse en elogios ante sus hijos. Ellos son, sin duda, los pilares fundamentales de su vida, y lo ha dejado claro siempre que ha tenido oportunidad: “Las conversaciones que tengo con Jacques y las que tengo con Gabriella son muy diferentes, así como el tiempo que paso con ellos. Gabriella es muy curiosa. Le intriga mucho el mundo y la vida en general. Hace muchas preguntas y exige mucha atención. Jacques es curioso y observador. Más reservado, es naturalmente muy tranquilo”, contó.