Constantino II de Grecia, el hermano de la Reina Sofía, ha fallecido este martes a los 82 años de edad. Con su muerte deja desolada a su viuda, Ana María de Grecia, con la que vivió una larga e intensa historia de amor. Ella fue durante décadas el gran amor y el apoyo de su marido, el último rey de los helenos desde su ascenso al trono, en 1964, hasta la abolición del título, en 1973.
Constantino II de Grecia, príncipe de Dinamarca, nació en Grecia el 2 de junio de 1940. Fue el único varón del rey Pablo I de Grecia y la reina Federica de Hannover, hermano de nuestra reina emérita y la princesa Irene. Pertenece a la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, también llamada Casa de Glücksburg, una rama de la dinastía danesa de Oldemburg. Ana María de Dinamarca, por su parte, es la hija menor del rey Federico IX de Dinamarca y de la reina Ingrid. La princesa Anne-Marie -es su verdadero nombre- creció en Dinamarca.Siendo apenas una adolescente conoció al Heredero al Trono de Grecia. Se casaron el 18 de septiembre de 1964, en la Catedral Metropolitana de Atenas, cuando ella tenía tan solo 18 años. Poco antes de darse el 'sí, quiero' había fallecido el rey Pablo I y él accedió al trono con el nombre de Constantino II. Tras convertirse en la esposa del monarca heleno, Ana María se convirtió en la reina más joven de Europa.
Constantino y Ana María se conocieron cinco años antes de su boda. Su primer encuentro tuvo lugar cuando el hermano mediano de la reina Sofía acompañaba a sus padres, el rey Pablo y la reina Federica, a un viaje oficial en Dinamarca. Entonces, la princesa contaba con tan solo 13 años y él, 19. Se comentó en su momento que el rey Pablo se percató enseguida de la química que había entre ellos. Durante la estancia de la familia real griega en Dinamarca fueron al circo y el monarca le comentó a su mujer: "Mira, es como una mariposa. Espero que Tino se case con ella algún día", refiriéndose a Ana María.Pasó el tiempo y en 1962, Doña Sofía contrajo matrimonio con Don Juan Carlos en la catedral ortodoxa de Atenas. Allí, Ana María fue una de las damas de honor. En el baile celebrado tras el banquete saltaron de nuevo las chispas entre Constantino y Ana María. A raíz de ese encuentro, ambos jóvenes empezaron a verse de manera frecuente. Eso sí, en secreto. El impulso definitivo a su historia de amor se produjo después de que ambos coincidieran en unas vacaciones en Noruega. Al parecer, el rey Harald V de Noruega fue testigo y cómplice de su historia de amor, que en ese momento quisieron ocultar del foco público. Constantino, decidido a formar una familia con ella, le pidió matrimonio. El rey Federico IX les propuso retrasar un poco sus planes hasta que su hija pequeña finalizara sus estudios.
La joven pareja - la más joven que reinaba en Europa en su momento- nunca imaginó que tendría que afrontar el exilio. En 1973 abandonaron el país -a causa de la dictadura de los Coroneles en 1967-. En un primer momento se marcharon a Roma. Poco después se trasladaron a Londres, donde permanecieron hasta su regreso definitiva al país heleno, en el año 2013. Durante su etapa en la capital británica vivieron en una enorme mansión de casi 900 metros cuadrados (con 13 dormitorios, 9 baños y piscina) en el exclusivo barrio de Hampstead. Fueron años felices en los que mantuvieron contacto directo y cercano con la reina Isabel II, cuyo marido, el duque de Edimburgo, era Príncipe de Grecia y Dinamarca. Prueba de la unión entre ambas familias es que el rey Constantino es padrino del Príncipe Guillermo, actual Heredero al Trono de Inglaterra, y gran amigo del Rey Carlos III.En los casi 60 años que estuvieron juntos, Constantino y Ana María de Grecia tuvieron cinco hijos en común: Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Felipe de Grecia.Los dos mayores nacieron en Grecia; el resto vino al mundo en el exilio. En 2013, cuando se les permitió regresar a Grecia, el matrimonio se instaló en una mansión en Porto Jeli, en el Peloponeso, una residencia que compraron a Aga Khan, amigo íntimo de Don Juan Carlos y empleador de la Infanta Cristina. Debido al deterioro de salud de Constantino, en abril de 2022 vendieron su mansión cerca del mar por 12 millones de euros y se trasladaron a un piso en el exclusivo barrio de Kolonaki en Atenas, donde ha pasado sus últimos días antes de su ingreso hospitalario.