El Principado ha vuelto a celebrar su fiesta principal, la de su patrona Santa Devota, pero este año ha sido algo diferente. Para empezar, porque ha faltado el príncipe Alberto por estar convaleciente por coronavirus. El Palacio Grimaldi confirmaba el pasado martes que el soberano ha vuelto a dar positivo por Covid, por tercera vez, por lo que deberá ausentarse de sus compromisos oficiales, aunque se encuentra bien y "asintomático". Por otro lado, esta festividad ha supuesto la esperada reaparición de su esposa, Charlène de Mónaco, en el que es su primer acto público de este 2023.

Charlène de Mónaco reaparece con sus hijos en Santa Devota, mientras Alberto vuelve a tener Covid
Palais Princier.

Hace unos días, el pasado 25 de enero, la princesa Charlène cumplió 45 años y llamó mucho la atención que no hubiera felicitaciones por ninguna vía oficial. Ahora ya se sabe que este nuevo positivo del príncipe Alberto ha hecho que lo celebrasen por separado, o al menos a la distancia correspondiente para no contagiarse.

Así que en esta ocasión Charlène ha sido  el rostro visible de los tradicionales festejos de Santa Devota, una llamativa tradición que conmemora a la mártir cristiana del siglo III, que llegó al Principado a bordo de una barca. Por este motivo se reproduce esta escena, alcanzando el momento culmen cuando se prende fuego a la embarcación en plena playa.

Charlène de Mónaco reaparece con sus hijos en Santa Devota, mientras Alberto vuelve a tener Covid
Gtres.

Cada año es la familia principesca la que se ocupa de esta tarea. En los últimos se han sumado los dos hijos de la pareja, los mellizos Jacques y Gabriella, protagonizando los instantes más simpáticos. Esta vez los hermanos, de ocho años, estuvieron de lo más expresivos cuando les tocó acercar la antorcha al pie de la barca para encender la hoguera. Cuando el fuego comenzó a crecer, los niños se abrazaron tiernamente, en especial el heredero con su hermana, a la que parecía proteger del fuerte calor que desprendía. Una escena que observaba su madre con una dulce sonrisa.

Charlène lucía un sencillo abrigo en color gris con pantalones, mientras que su hija volvía a sacar su lado más 'fashion' con un abriguito rosa de Armani. Es de suponer que en el tiempo que el príncipe Alberto esté recuperándose del coronavirus será su esposa quien se ocupe de algunas de sus actividades. La última vez que hemos visto en público al soberano ha sido durante varias jornadas del Festival Internacional de Circo de Montecarlo, apoyando a su hermana la princesa Estefanía, presidenta de este evento.

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