El palacio de Windsor cuenta con un edificio que siempre fue una de las debilidades de la Reina Isabel. Ella fue la encargada de convertir un castillo olvidado en un hogar, aunque nunca llegó a vivir en él. Durante años se barajó la posibilidad de que se trasladara a la gran propiedad de Fort Belvedere. Este espacio fue construido en 1750 para el Príncipe Guillermo Augusto y está en Windsor Great Park, aunque en los últimos años ningún miembro de la Familia Real ha vivido en él.

Hace unos años que el Príncipe Guillermo y Kate Middleton se plantearon convertirlo en su nuevo hogar, abandonando su casa de Londres, el palacio de Kensington, pero manteniendo su residencia de fin de semana, Amner Hall, en Norfolk. De este modo, podrían instalarse en Windsor y estar cerca de la Reina Isabel II durante sus últimos años. Este era considerado el lugar ideal para el cuidado de sus hijos, aunque finalmente decidieron instalarse en Adelaide Cottage, la coqueta vivienda en la que viven desde hace dos años los principies de Gales y su familia. 

Fort Belvedere, el castillo que pudo ser la residencia de Kate Middleton y el príncipe Guillermo

Que los príncipes de Gales se mudaran a la fortaleza de Fort Belvedere era la esperanza del edificio, ya que ha pasado a ser llamado  el castillo olvidado de la Reina, ya que parece que nadie quiere instalarse en él. Sin embargo, la fortaleza cuenta con todo lujo de detalles, diseñados por Jorge IV,  quien realizó una ampliación de la vivienda. El monarca organizó una reforma integral del espacio, el cual destaca por su comedor octogonal, el anexo de tres pisos y un enorme mástil para la bandera que colocó el Rey.

Además, la reina Victoria lo llegó a abrir al público en la década de 1860, cuando lo usaba como salón de té,  dejando que los vecinos conocieran los entresijos del palacio. 

El castillo olvidado de la difunta reina en el que nunca vivió, pero Kate y William casi lo hicieron

El castillo olvidado de la difunta reina en el que nunca vivió, pero Kate y William casi lo hicieron.

Gtres

Entre sus muros se ha bordado la historia del país y fue en una de sus salas donde Eduardo VIII decidió abdicar para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson. Allí mismo firmó la carta, teniendo que abandonar su residencia común. Así, el castillo se quedó vacío hasta 1955, cuando se instaló un primo de la Reina Isabel II. 

Así es Fort Belvedere: con amplios salones, jardines y piscina

La fortaleza medieval dispone de todas las comodidades, motivo por el que Kate y Guillermo quisieron instalarse allí cuando falleció el multimillonario canadiense Galen Weston, el último habitante del castillo. El espacio dispone de su propio bosque, un lago y piscina. Por sus jardines hemos visto pasear a los miembros de la Familia Real, aunque son contadas las ocasiones en las que han visitado este castillo. 

Kate y el príncipe Guillermo se instalan en Adelaide Cottage, en Windsor

De haberse instalado cuando lo propusieron en 2022, no sería la primera vez que Kate y Guillermo vivirían en Windsor, ya que la reina les regaló tras su boda la casa de Sandringham. En este hogar residieron de 2015 a 2017, antes de sus hijos comenzarán la escuela. Además, de este modo, podrían trasladarse a Londres siempre que les fuera necesario, ya que esta fortaleza se encuentra a menos de media hora de la ciudad.  

Sin embargo, el matrimonio no quiso el famoso castillo, sino que se decantaron por una casa situada a muy pocos metros de la fortaleza. De este modo, no renunciaron a  vivir rodeados de la Familia Real y a estar a tan solo 30 kilómetros de Chapel Row, donde los Middleton cuentan con una impresionante finca. 

Adelaide Cottage

Adelaide Cottage, la casa de los príncipe de Gales.

Gtres

Los príncipes de Gales se instalaron en Windsor en una preciosa propiedad del siglo XIX ubicada en Home Park. Adelaide Cottage debe su nombre a la primera persona que se mudó entre sus muros, la reina Adelaida de Sajonia-Meinngen, mujer de Guillermo IV. Gracias a instalarse en el palacio, los príncipes de Gales pudieron estar junto a la Reina Isabel II en sus últimos días. 

Los cambios que supone una mudanza para los príncipes de Gales

El hecho de Kate y Guillermo decidieran trasladarse a Windsor supuso un gran cambio para ellos. Sin embargo, los más afectados fueron sus hijos. George y Charlotte habían comenzado sus estudios en la escuela Thomas's Battersea, un centro privado londinense, cuyo programa destacaba por no realizar actividades al aire libre.

Tras su mudanza, los tres hijos de la familia se matricularon en la 'Lambrook School', en Berkshire, cuya matrícula cuesta 8.300 euros al trimestre, pero que les permite acudir al centro cada día en coche, tardando tan solo 15 minutos desde su nueva residencia. Además, en Windsor los pequeños pueden disfrutar de amplios espacios al aire libre, algo que no se les estaba permitido hacer en Londres y conviven en un espacio más tranquilo y privado, ideal para la crianza de los niños.