Por segunda vez desde que fuera proclamado rey, Carlos III ha protagonizado un momento muy incómodo con un bolígrafo.
Tras la muerte de Isabel II, el nuevo rey Carlos III está inmerso en en un sinfín de actos protocolarios. También está protagonizando jornadas maratonianas, con una enorme exposición mediática y sometido a una fuerte presión. Quizás por esto lo hayamos visto ya perder la calma durante una de las citas que han tenido lugar esta semana. El pasado sábado 10 de septiembre, ante el Consejo de Ascensión, reunido en el Palacio de St. James, en Londres, fue proclamado Rey de Inglaterra. El mundo entero fue testigo de cómo, visiblemente molesto, pidió a uno de los ayudantes de cámara que le retirasen uno de los tinteros de la mesa para poder rubricar el juramento que acababa de pronunciar de manera más cómoda. Pues bien. Una escena similar se ha vuelto a repetir. Este martes, el soberano ha vivido un momento incómodo cuando se disponía a firmar el libro de visitas del castillo de Hillsborough.
Vídeo: CBS News
Vídeo: CBS News
Tal y como ha recogido en un vídeo emitido por la CBS, Carlos III se dispone a dejar su firma en las páginas del libro, pero se confunde con la fecha. Ante su error, se ve obligado a rectificar. A continuación hace un garabato sobre la hora, pero algo sale mal y se mancha de tinta la mano. Cabreado, se queja ante el personal presente de que lo sucedido le parece intolerable. "¡Odio esto!", dice visiblemente indignado. Y se levanta, mientras intenta de manera brusca retirar el exceso de tinta de sus manos. "No puedo soportar esta maldita cosa! Lo que hacen... cada apestosa vez", espeta. Y se marcha de la sala haciendo fuertes ademanes En cuestión de segundos, los miembros del se movilizan para sustituir la pluma para que Camilla pueda proceder a firmar en el libro de visitas sin impedimento alguno. Después, el rey sale apresuradamente de la sala sin dejar de lamentarse, mientras se limpia.
Las reacciones en las redes sociales a su comportamiento no se han hecho esperar. Algunos critican sus malas maneras, lo acusan de ser "grosero" y de tener "muy malos modos". Otros, en cambio, justifican su actitud, ya que ha perdido a su madre y aún está cansado e irritable. "Creo que está totalmente exhausto y afligido. No suelo disculpar ese comportamiento, pero cuando abrí el paquete de una impresora de inyección de tinta recientemente y la tinta se derramó sobre mí, el papel, la impresora, la ropa, no estaba tan divertido y no estaba cansado, ni había perdido a mi madre, y me sentó fatal", comenta un usuario de Twitter. Los hay incluso que ya comparan al nuevo rey con la reina fallecida: "La reina Isabel II nunca se habría comportado así. Ni siquiera cuando era una mujer joven que de repente se vio llamada a gobernar después de la pérdida igualmente repentina de su padre".