Este sábado, 10 de septiembre, el Consejo de Ascensión, reunido en el Palacio de St. James, en Londres, ha proclamado a Carlos III como Rey de Inglaterra y por ende a Guillermo de Gales como heredero y a Camilla como Reina consorte. Un acto institucional que se ha emitido por primera vez por televisión y en el que se ha seguido con sumo todo lo que hacía el hijo de Isabel II. Así, todos se han fijado en un llamativo gesto que ha hecho el nuevo soberano instantes antes de firmar el juramento.

Vídeo: BBC

Antes de volver a sentarse para firmar los documentos de su proclamación, el Rey Carlos III ha indicado a uno de los ayudantes de cámara que le retirasen uno de los tinteros de la mesa para poder sentarse de nuevo y proceder a rubricar el juramento que acababa de pronunciar ante el Consejo de Ascensión. Un momento que no ha pasado desapercibido y que segundos después ha comenzado a correr como la pólvora por las redes sociales. Hay quienes han criticado ferozmente como se ha dirigido al empleado y hay otros que le han quitado importancia dejando claro que en nuestros días no deberían utilizarse tinteros. Vea el vídeo para conocer qué ha hecho el Rey de Inglaterra.

Carlos III marca su propio rumbo

En su discurso de proclamación, Carlos III ha indicado que el mundo entero se ha solidarizado con él tras la muerte de su "madre amada, la reina". "Mi madre dio un ejemplo de amor eterno y de servicio desinteresado. El reinado de mi madre fue inigualable en cuanto a su duración, dedicación y devoción. Incluso cuando sufrimos, damos gracias por esta vida tan fiel. Soy profundamente consciente de esta profunda herencia y de los graves deberes y responsabilidades que ahora me traspasan", aseguraba el monarca.

El llamativo gesto de Carlos III en su proclamación del que todos hablan
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Carlos III ha trazado su propio rumbo y lo ha dejado claro en su primer discurso dirigido a la nación. "Como lo hizo la propia Reina con tanta devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales de nuestra nación. Y dondequiera que viva en el Reino Unido, o en los Reinos y territorios de todo el mundo, y cualquiera que sea su origen o creencias, me esforzaré por servirle con lealtad, respeto y amor, como lo he hecho a lo largo de mi vida. Por supuesto, mi vida cambiará a medida que asuma mis nuevas responsabilidades", decía en su discurso.