Por primera vez Amalia de Holanda, heredera al trono holandés, ha confesado cómo se encuentra tras recibir fuertes amenazas de la mafia y ver su vida cercada. En su primer viaje oficial fuera del país, a las colonias neerlandesas del Caribe, la Princesa ha confesado la preocupación que continuamente siente. Junto a el Rey Guillermo y la Reina Máxima de Holanda y llena de valor, ha reconocido que "todavía estoy pasando un momento duro". El drástico cambio de vida que ha sufrido desde que se conoció la noticia no ha hecho nada más que empeorar este sentimiento. Lo que más echa de menos es "la vida normal, la vida de una estudiante, pasear por las calles, poder ir a una tienda...".
El blindaje de la Familia Real Holandesa ante las amenazas recibidas ha hecho que tenga que sacrificar la vida que había empezado a construir poco antes. Llevaba tan solo unas semanas estudiando Psicología, Política, Económicas y Derecho en la Universidad de Ámsterdam cuando tuvo que poner todo en pausa. Esto, además, conllevo que se estableciera su domicilio tras las fuertes puertas de Palacio. Está convencida de que esto no va a ser permanente y espera con ansias que eso suceda. No es la primera vez que, como en este viaje, muestran el descontento con la situación de la joven. En ocasiones anteriores han sido sus padres los que se han mostrado muy preocupados.
La Familia Real Holandesa es la primera que reconoce que "esas amenazas tienen consecuencias importantes en su vida" y que su valentía es para estar orgullosos. Mientras tanto, intentan que pueda seguir haciendo vida, aunque sea junto a ellos. Por ello ha comenzado a acompañarles en fechas señaladas como es este viaje oficial. Allí han demostrado su unión y no han dudado en bailar, disfrutar y entender la cultura del lugar. Amalia sabe que la tarea como heredera al trono es difícil y quiere poner todo su empeño en ello: "Todavía necesitaré muchas más visitas antes de poder desenvolverme con soltura como ellos hacen".
Máxima de Holanda y Amalia, unas turistas más en Madrid
Alejadas de los viajes oficiales, Máxima de Holanda ha decidido que su hija Amalia pueda tener algo más de libertad, aunque sea junto a ella. Por eso ambas decidieron hacer una visita a un lugar muy especial, Madrid, pillando a todo el mundo por sorpresa. Este viaje privado seguro fue una escapada para evadirse de todo por lo que está pasando la joven y un buen plan madre e hija. La propia Familia Real compartió que ambas habían estado acompañadas del perrito de la familia, Mambo, mientras disfrutaban de las terrazas y las tiendas de ropa de la capital. Allí no dudaron en saludar amablemente al que les reconocía sin esconderse.
Lo cierto es que la figura de Amalia respecto a la vida pública es cada vez más relevante. A pesar de las amenazas, la heredera al trono debe continuar con sus obligaciones monárquicas. Este viaje al Caribe seguro ha sido una prueba de fuego para la nueva vida segura de la heredera. Tras demostrar su implicación con la Corona es previsible que pronto vuelva a acompañar a sus padres en sus funciones como representantes de la monarquía. Tendrá que esperar, sin embargo, para poder retomar sus estudios y disfrutar de su juventud como querría. Las amenazas parecen seguir aún vigentes y recuperar esa libertad tan ansiada no será tarea fácil.