Es cierto que no hay día que no se hable de la Corona Británica. Ya sea por novedades en la salud de Carlos III o por la evolución de Kate Middleton, siendo ahora Harry (39 años) quien ha copado toda nuestra atención. Tras el inexistente reencuentro con su padre, ha viajado a Nigeria. No lo ha hecho solo, sino en compañía de Meghan Markle (42 años), con quien hace frente a un aluvión de críticas. ¿La razón? El ya tildado como "el falso viaje real".
Inician una "falsa gira de realeza", según escribe la prensa británica" y, aunque están emocionados, han estado a punto de quedarse en tierra. Y no, no por nada que tenga que ver con sus detractores. En esta ocasión ha sido debido a algo que se escapaba de su control, al igual que del resto de pasajeros de su avión.
El contratiempo que casi deja a Meghan y Harry en tierra
La pareja se montó este jueves 9 de mayo en un vuelo nocturno de la compañía British Airways, que se vio retrasado por un problema con la tripulación. En concreto, el piloto, quien se sintió indispuesto y por lo que se tuvo que buscar un sustituto. La maniobra se hizo en tiempo récord, pero eso no evitó que se retrasara su vuelo y su equipo tuviera que cuadrar, de nuevo, su agenda.
Sentados en la primera clase del Boeing 777 y separados por una cortina del resto de viajeros, Meghan y Harry intentaron no llamar demasiado la atención. También descansar. Algo imprescindible teniendo en cuenta los tres días que les esperan por delante desde este viernes 10 de mayo, pues tienen previsto visitar a veteranos heridos. El objetivo es intentar mejorar su autoestima y a su vez su salud mental.
Comienzan por Abuya, capital de Nigeria, con una reunión con el jefe de Estado Mayor de Defensa, y posteriormente viajarán a Abuya, donde tienen pensado acudir al Hospital de Referencia del Ejército del país. El domingo 12, último día de este viaje privado, terminan en Lagos, y el lunes por la mañana volverán de vuelta a casa.
Esta vez durante 72 horas darán el do de pecho. Horas después de su aterrizaje se han reunido con funcionarios y niños en la Academia Wuse Lightway, donde Harry y Meghan se han mostrado muy sonrientes. Ella ataviada de un favorecedor vestido largo y él con una camisa de lino, conscientes de que eran los auténticos protagonistas.
¿Dónde se alojan Meghan y Harry en Nigeria?
Sobre las 5 de la mañana han llegado al destino, eso sí, acompañados de su equipo de seguridad. Los mismos que les han acompañado hasta una de las puertas laterales para abandonar el aeropuerto y viajar en minibus hasta uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Si bien no está confirmado, sí que se ha puesto sobre la mesa el posible hotel donde podrían hospedarse: el Transcorp Hilton, donde la noche supera los 600 euros.
Un ritmo frenético tras una breve, pero intensa visita a Reino Unido, donde se se ha celebrado el décimo aniversario de los Juegos Invictus. No imaginaron entonces la polémica que le esperaba a la vuelta de la esquina, lo que demuestra que los duques de Sussex no se pueden relajar ni un momento.
Harry y Meghan renunciaron en el 2020 a sus funciones reales. Se mudaron a California, donde residen junto a sus dos hijos, Archie y Lilibet, y desde cuyo punto se mueven al resto del mundo. Precisamente esa renuncia es la que ha llevado al matrimonio a estar en el foco.
Han pasado cuatro años desde que dejaron de utilizar el título de 'Alteza Real', ya que no son miembros en activo de la familia real. Una decisión tomada de motu proprio y que, para sorpresa de muchos, no les frenó en su nueva web "Sussex.com". Utilizaron el escudo de armas y el azul real, lo que una vez más revolucionó a la sociedad británica.
Meghan y Harry quieren reforzar su rango royal, aunque eso implique un aluvión de críticas contra ambos. Se exigieron incluso medidas, pues se consideró que querían comercializar su posición, sin embargo, ellos continúan adelante con su vida. Del mismo modo con una hoja de ruta que les ayude a seguir en primera línea mediática.
Lo que une a Harry y el príncipe Andrés
Nos vemos obligados a comparar a Harry con su tío, el príncipe Andrés. Salvando las distancias, hay algo que les une: ninguno tiene ya el título de Alteza Real. En el caso de Andrés, su madre le despojó también de títulos militares y patrocinios reales, aunque no del ducado de York.