Es una realidad: con el paso de los años la piel se vuelve más flácida, está menos densa, pierde sustancia y se nota menos rellena. Las cremas antiedad (junto con unos hábitos de vida saludables) son fundamentales para retrasar el envejecimiento de la dermis, pero, en ocasiones, no son suficientes y no nos queda más remedio que acudir a la medicina estética.
Uno de los protocolos en cabina con mayor demanda en los últimos años es la radiofrecuencia facial. El éxito de esta técnica se debe a que no precisa de agujas ni inyecciones, tampoco se introduce ninguna sustancia externa. ¿Lo mejor? Sus efectos secundarios son prácticamente inexistentes. Y quizás por todos estos motivos Lourdes Montes se ha decidido a probar este tratamiento ahora.
Lourdes Montes rejuvenece su piel con el tratamiento más top
Los excesos de las navidades no solo se reflejan en los kilos: ojeras marcadas, bolsas, líneas de expresión, más flacidez… Además de beber mucha agua y de sacar tiempo para un buen descanso, para devolverle la luminosidad al rostro y luchar contra el paso del tiempo Lourdes Montes ha querido apostar por uno de los tratamientos más eficaces del momento: la radiofrecuencia.
¿Cómo funciona exactamente? La impresión de calor mediante ondas de radiofrecuencia en las capas más profundas del rostro provoca la estimulación celular que produce el colágeno, capaz de paliar los signos del envejecimiento. De hecho, una de las cosas por las que la radiofrecuencia facial ha ido ganando cada vez más adeptas es porque es una técnica no invasiva, perfecta para quienes no quieren traspasar la línea de la cirugía.
Por lo general, a partir de una sola sesión los resultados son evidentes, consiguiendo un aspecto radiante en la piel, así como un óvalo facial más firme y terso. Pero como todo en la vida, no existen los milagros, y el tratamiento de Lourdes Montes tiene un efecto acumulativo, por lo que hay que ser constante. Se suele comenzar con sesiones semanales hasta completar de 4 a 6 (en función de cada paciente), y después se establece una pauta cada 15 días. Las sesiones suelen durar entre 30-60 minutos. Respecto a los precios, pueden variar si se coge un bono o si se combina con otros tratamientos.