Seguro que no es la primera vez que oyen hablar de la radiofrecuencia. Y puede que incluso les haya sonado a algo exótico, pero esta técnica es de lo más demandado en la clínicas de estética. Estos días hemos escuchado habla de ella a Alba Díaz, pero ¿qué es la radiofrecuencia? ¿en qué casos es útil?
La tecnología al servicio de la estética
La hija de Vicky Martín Berrocal ha contado desde su cuenta en las redes sociales que acude a una clínica donde estos días, en una misma visita le han aplicado este tratamiento en el rostro y en el cuerpo, y finalmente ha acabado recibiendo también presoterapia, una técnica de masaje para favorecer el drenaje linfático.
La radiofrecuencia es un tratamiento -en este caso estético- que se puede aplicar, como en el caso de Alba, en la cara o en el cuerpo. El fin es el mismo: estimular la producción de colágeno y activar la circulación de la sangre.
Se hace mediante una máquina con un tratamiento no invasivo e indoloro que consiste en que las ondas electromagnéticas penetren en distintas capas de la piel para llegar a un nivel profundo y en el que trabajar en distintos aspectos.
La radiofrecuencia en el rostro
Cuando se aplica sobre la cara, lo que se busca con este tratamiento es mejorar el aspecto de la piel gracias a la estimulación de la producción de colágeno. Con ello se trabaja para mantener la firmeza del óvalo facial y prevenir la aparición de arrugas.
Lo que hacen esas ondas es elevar la temperatura en unas determinadas capas de la piel provocando esa activación del colágeno, pero también de la elastina, por lo que en teoría, se busca también tersar aún más la piel.
La radiofrecuencia corporal
En el resto del cuerpo, la idea es la misma, solo que hay que tener en cuenta que esa elevación de la temperatura lo que conlleva también es la ruptura de las células de grasa, por lo que se utiliza en determinados tratamientos contra la celulitis o para tratar la grasa localizada, de ahí que luego sea necesario hacer ejercicio así como un drenaje linfático para ayudar a salir a esa grasa.
No obstante, lo importante es ponerse en manos de un especialista y consultar con nuestro médico cuál es la mejor opción, porque, aunque segura, la radiofrecuencia también está contraindicada en casos concretos de dolencias como la hipertensión o en zonas con queloides o que estén inflamadas.
Además, hay que tener en cuenta que estos tratamientos estéticos pueden ser un buen complemento para lograr determinados objetivos físicos, pero que deben ser un añadido a la base: una buena alimentación y ejercicio físico regular.