Sumergirse en una bañera de espuma, y montar tu spa en casa, con sales y unas gotitas de aceites esenciales, es un placer. Ya Popea, esposa del pérfido emperador romano Nerón, practicaba a modo de ritual de belleza. La hermosa emperatriz, además de agua, utilizaba leche de burra para mantener su epidermis tersa y suave. Sin llegar a esas excentricidades, todos podemos convertir la bañera en un pequeño SPA. Además no solo nos ayudará a cuidar la piel, sino también a relajar músculos, tensiones emocionales y combatir la fatiga.
El paso a paso del mejor spa en casa
Primero, hay que acondicionar el espacio, la temperatura ambiente debe ser agradable, entre los 22 y 24 grados. El agua ha de estar cálida, pero no ardiente, sobre unos 39º-40º. En cuanto a la iluminación, mejor que sea indirecta. Si pones velas, procura que sean aromáticas y no las coloques en lugares en los que puedan provocar un accidente. Prepara también una buena toalla de algodón para el cuerpo, otra para la cabeza y un albornoz para que la salida sea acogedora. No olvides, además, poner un poco de música, la que más te incite a la tranquilidad.
¿Qué añadir al agua? Un chorrito de gel hidratante, si quieres que haya espuma, un puñado de sales de baño. Las hay que incluyen aceites esenciales y contribuyen a nutrir y suavizar. También puedes añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda (para relajar); o de bergamota (para revitalizar). Sumérgete de cuerpo entero en tu spa en casa, apoyando la cabeza sobre una toalla enrollada, y coloca sobre los ojos un antifaz específico. También puedes aprovechar para aplicarte una mascarilla facial. Durante unos 10-15 minutos deja que el tiempo pase, sin más.
Termina tu spa en casa con una ducha de agua templada y si es necesario, lávate el cabello. ¿Más? También puedes aprovechar para realizarte una exfoliación corporal con un scrub suave y un guante de crin. Sal de la bañera y absorbe el exceso de humedad con las toallas. Simplemente presiona sobre las diferentes zonas del cuerpo, aplícate un aceite corporal y envuélvete en el albornoz mientras retiras los restos de mascarilla del rostro o te acicalas el cabello. Este pequeño viaje al Nirvana, lo puedes repetir cada vez que te encuentres fatigada, nerviosa o quieras darte un capricho de belleza.
Un capricho para completar tu spa en casa es acudir a tu centro de belleza de referencia. En nuestros centros recomendamos Sea Creation o nuestro Pianist Massage, un masaje manual que trabaja el interior y exterior de la boca, aliviando tensiones y recolocando toda la musculatura. Las manos se mueven con la destreza de un pianista tocando cada “tecla muscular” para recolocarla y devolverla a su estado natural. Además de tratarse de un auténtico lifting facial, se consiguen aliviar dolores de cabeza. También problemas en las encías, y todas las dolencias provocadas por el bruxismo y el estrés. Ideal para aguantar el tirón navideño….o subir el bajón postvacional.