Después de cumplir los 30 años, el colágeno del rostro va desapareciendo progresivamente, creando estragos en la apariencia de la piel. La dermis se vuelve más flácida, está menos densa, pierde sustancia y se nota menos rellena. Además, el descolgamiento facial aparece en todos los ángulos de la cara, empezando por la frente, donde se acentúan más las líneas de expresión. Aunque también es común notarlo en las patas de gallo, párpados caídos, incluso en las mejillas, cuello, línea mandibular, comisura de los labios y surcos nasogenianos. Por todo esto, llegadas a cierta edad, lo ideal es abusar a diario de buenas crema antiedad y aliarse con tratamientos estéticos que sean realmente eficaces. ¿Uno de los más sorprendentes por sus grandes resultados? El que está probando Paula Echevarría, la maderoterapia facial.
Paula Echevarría confía en la maderoterapia para combatir la flacidez del rostro
En los últimos tiempos la maderoterapia corporal ha ganado popularidad por sus potentes efectos reductores, anticelulíticos y tonificantes. Pero ahora también la facial está sumando adeptas. Se trata de una técnica de masaje natural y no invasiva que se lleva a cabo utilizando instrumentos de madera con el objetivo de tensar y reafirmar el rostro para conseguir un resultado rejuvenecedor.
El masaje con estos instrumentos actúa sobre la piel activando los fibroblastos, que son los encargados de producir más colágeno y fibras elásticas, acelerando el proceso de rejuvenecimiento y combatiendo la flacidez. Además, los movimientos que se aplican en la maderoterapia facial mejoran el tejido muscular. ¿Más? A través de esta terapia también se contribuye a activar el sistema linfático y circulatorio, oxigenando la piel. De esta manera se aportan nutrientes y eliminan toxinas y grasa (que tiende a acumularse en ciertas partes del rostro, como la papada).
Así es cómo se realiza
Por lo general, antes de empezar con el tratamiento, se limpia, tonifica y exfolia la piel. Después se aplica un poco de aceite de masaje y se trabaja con las maderas el rostro, la mandíbula, el cuello y el escote. Se hace con una intensidad media, eliminando tensiones, soltando tejido y estimulando la epidermis y dermis. A continuación, se realizan movimientos de vaivén cortos y largos, seguidos de movimientos de remodelación y vaciado. Por último, se aplica un sérum hidratante y una crema final.
La lista de las virtudes de la maderoterapia facial es más larga de lo que a priori podrías pensar: mejora tanto la la textura como la calidad de la piel, que luce más uniforme, lisa, y luminosa; rellena las arrugas y redensifica, logrando tonificar el tejido y, por tanto, adquiriendo firmeza; remodela el óvalo, uno de los objetivos más buscados, pues rejuvenece y mejora zonas como la papada...
Las sesiones de maderoterapia facial suelen durar en torno a 30-60 minutos, en función de las necesidades de cada persona. ¿Lo mejor? Los resultados son evidentes desde el primer masaje. Las metas a conseguir son las que determinan la duración del tratamiento, pero los expertos recomiendan que se hagan un mínimo de entre 5 y 10 sesiones en total. Eso sí, debes tener muy en cuenta que la eficacia de la maderoterapia depende de la manera en la que se realice, por lo que es fundamental acudir a centros especializados o profesionales que dominen esta técnica, igual que ha hecho Paula Echevarría.