Ana Boyer tiene a quien parecerse. Su madre, la mismísima Isabel Preysler, es una de las mujeres más elegantes y bellas de nuestro país; y su hermana, Tamara Falcó, se ha convertido en apenas dos años en uno de los rostros más queridos de la televisión. Las dos triunfan gracias a su singular elegancia y su increíble forma de vestir y, aunque la más pequeña de la familia busca siempre pasar más desapercibida, también es una declarada fan de la moda y la cosmética. Ana Boyer, por herencia o por gusto, cuida cada mañana y cada noche su piel en una rutina beauty constante, ideal y, por qué no decirlo, también bastante subidita de precio. Y es que los que ella considera sus cosméticos esenciales cuestan más de 1.000 euros en total. Concretamente, 1.139, 50 euros. ¡Casi nada!

La joven, que fue madre por segunda vez junto a Fernando Verdasco hace ya algo más de tres meses no ha parado quieta y, a caballo entre Doha y Madrid, no dejado ni un segundo de cuidar su piel; pues sabe de primera mano que el cuidado facial y corporal es imprescindible si una quiere sentirse y verse joven. Una rutina de belleza que la empresaria y madre ha seguido cada noche, imaginamos que justo después de acostar a sus hijos Miguel y Mateo, y que ha querido compartir a través de su cuenta de Instagram con todas sus seguidoras, aunque la gran mayoría de ellas no se la puedan permitir.

Los carísimos esenciales de belleza de Ana Boyer

Ella misma ha sido la que, a través de su perfil en la red social, ha mostrado cuáles son sus «esenciales de belleza cada noche». Se trata de los cosméticos Absolue, pertenecientes a la gama de lujo de Lancôme. Una línea de belleza formada por sérumes, cremas hidratantes, mascarillas y contorno de ojos en la que ninguno de los productos cuesta menos de 140 euros.

Según la propia marca, cada fórmula Absolue integra los valores de excelencia, alta precisión, tecnología y pasión para ofrecer una experiencia de lujo absoluto a toda persona que se atreva (o se puede permitir) sus productos. Unos valores que parecen haber convencido totalmente a Ana Boyer que ahora ha confesado que no puede vivir sin ellos. Sin lugar a dudas, se nota que de tal palo tal astilla y que la joven está siguiendo los pasos de su madre. Eso sí, mientras que Isabel Preysler los daba en tacones, Boyer prefiere hacerlo en zapatillas. ¡No hay más que mirar sus looks para darse cuenta!