Los labios, protagonistas de la sonrisa y la expresión, durante décadas han estado dominados por los volúmenes exagerados, por los retoques artificiales. En el 2020 ¡se acabaron los labios de sombrero, las bocas de pato y los experimentos para realzarlos sin armonía. Las nuevas sonrisas se caracterizan por el equilibrio. Por la armonía con el resto de las facciones. Y por un maquillaje que los ensalce, no que los convierta en un foco de atención indeseado.
Los labios ya no buscan rellenos exagerados
Falta de volumen, “arrugas del fumador”, comisuras caídas, líneas de marioneta... En torno a la boca el paso del tiempo es especialmente cruel. Y la única opción para mitigarlos no son solo los rellenos. Puedes ser interesantes cuando se trata de corregir asimetrías, engrosar sin pretensiones o atenuar las arruguitas del fumador o los surcos nasogenianos. Pero recuerda que no solo en su forma y grosor está su belleza.
Una sonrisa bonita pasa por mantener una boca sana y unos dientes cuidados. Incluso por evitar que la pérdida de piezas pasen factura cuando la estructura ósea envejece. Las infiltraciones pueden ayudar, pero no se trata de rellenar, sino de armonizar, de “revertir” la línea que la edad va desdibujando.
Para mantener la naturalidad de los labios hay que tratar su piel y contorno cuando aún son jóvenes. Puedes utilizar un cosmético que vaya hidratando y corrigiendo las pequeñas “incidencias” de la vida. Hay que tener en cuenta que los gestos diarios dejan huella. Así, las personas fumadoras no solo tienen más propensión a padecer arruguitas alrededor de los labios. Las consecuencias van más allá. El cigarrillo va creando una hendidura en aquel lado en el que se deposita asidua e inconscientemente el pitillo cada vez que se le da una calada.
Para todas es muy recomendable realizar un ejercicio facial diario muy sencillo: introducir los pulgares por el interior de la boca y con las yemas de los índices realizar pequeñas presiones a lo largo del labio superior. Por supuesto, es imprescindible hidratarlos las veces que sea necesario a lo largo del día, bien con una barra de color, bien con un bálsamo nutritivo. Una vez a la semana, conviene exfoliarlos con suavidad, se puede emplear un producto específico o el mismo peeling mecánico que se utiliza para el rostro.
¿Y en cabina qué protocolos cuidan y realzan tus labios?
Existen protocolos adaptados a la zona que rodea los labios y que recuperan la sonrisa de forma natural y sin pinchazos. Uno de ellos es el que se realiza con el cabezal Ergolift de LPG. Estimula desde la comisura del labio hasta los orificios nasales. Alisa además las arrugas alrededor de la boca y aporta volumen a los labios. Lo consigue gracias a la activación natural de la síntesis de ácido hialurónico. Desde la primera sesión se aprecian los resultados, pero lo ideal es realizar un tratamiento de entre 10 y 15 sesiones dependiendo de las necesidades de cada persona.
Y un truco, cada vez que te maquilles los labios, para potenciar su volumen, aplica en el centrodel arco de cupido y del labio inferior, un toque de brillo o vaselina. El efecto es inmediato.