La industria de la belleza mueve anualmente millones y millones de euros pues, su consumo, se ha convertido en algo esencial en nuestro día a día. Resulta imposible pensar en ir al supermercado y no comprar productos como toallitas, crema hidratante, perfume o bastoncillos para los oídos; productos de belleza que necesitamos en nuestro día a día y que, debido a su formato, llegan a ser muy dañinos para el medioambiente. Es aquí cuando entra el concepto de belleza sostenible. Las empresas, conocedoras del impacto negativo que tiene el mundo beauty en nuestro planeta, ya han empezado a lanzar productos reutilizables, que nos permitan usarlos en más de una ocasiones y que, como en la gran mayoría de los casos, no sean de usar y tirar. Es ahí cuando entra nuestra labor como consumidoras.

Nosotras debemos hacer una compra responsable y respetuosa con nuestro cuerpo pero también con el entorno en el que vivimos. Cada una, de manera individual somos agentes de cambio y cada pequeño gesto cuenta. Es por ello por lo que, ahora que muchas marcas están creando productos reutilizables, que no contaminen y que dejen el menor impacto posible en el planeta tierra; debemos intentar hacernos con ellos y aportar nuestro pequeño granito de arena a la lucha por conseguir un mundo más sano y sostenible.

Los mejores productos reutilizables para contribuir a un mundo más sostenible

Los productos de belleza reutilizables aún son una novedad pero esperamos que pronto sean una realidad tan común como cualquier otra. Lo principal, es intentar eliminar la mayor cantidad de plásticos de un solo uso de nuestros cosméticos. Es decir, desechar y no hacernos con todos aquellos productos que cuenten con plásticos innecesarios en su envoltorio y packaging, además de descartar aquellos que cuenten con plásticos entre sus ingredientes. Sin embargo, la opción más revolucionaria (y la que os proponemos en este artículo) es que os hagáis con productos reutilizables o productos que puedas volver a utilizar una y otra vez, en lugar de con aquellos de usar y tirar. Para ello, debemos darle una oportunidad a los bastoncillos para los oídos de silicona que, tras su utilización, podemos lavarlos con agua y jabón; o  probar los discos desmaquillantes de tela o bambú, que desbancarán a los tradicionales de algodón.

Son pequeños gestos que pueden aportar grandes cambios y que, por qué no, también nos harán ahorrar unas monedillas pues, una vez nos hagamos con uno, nos tendremos que olvidar de seguir y seguir comprando. ¡Todo son ventajas!