Hay épocas en las que la piel necesita de especial cuidado y el inicio del otoño suele ser una de ellas. Tras un verano al sol, descuidando en ocasiones el cuidado profundo, toca poner la piel a punto para el invierno y que el frío no le afecte más de lo que debería. También es el momento de reparar, y para eso existen los sérum. Estos son especialmente útiles para tratar la falta de hidratación o las manchas, para las que hay un ingrediente estrella: la vitamina B3.

Vicky Martín Berrocal sabe bien cómo cuidar de su piel y por eso utiliza un sérum que, entre otros ingredientes posee este, la vitamina B3, también conocida como niacinamida. Este principio activo se ha convertido en uno de los imprescindibles en cosmética.

¿Cuál es el uso de la vitamina B3 en cosmética?

La vitamina B3 lleva una temporada incorporada a algunos cosméticos gracias a sus efectos beneficiosos para algunos aspectos de la piel. Así, ejerce como antioxidantes y protege de los radicales libres, pero hay un uso que se repite y que está dando buenos resultados: la lucha contra las manchas.

La vitamina b3 estimula producción de colágeno, por lo que además ayuda a que la piel permanezca tersa. Pero su función antimanchas es potente, especialmente si lo compatibilizas con otro ingrediente que es aclarador, la vitamina C. Solo que para que sea eficiente, deberías aplicar la vitamina C por la mañana y dejar que la vitamina B3 para la noche, para que actúe mientras duermes.

Sérums y booster, la mejor forma de sumar la vitamina a tu rutina

Para incorporar estos tratamientos a nuestras rutinas faciales lo más sencillo es hacerlo en forma de sérum. Esto está especialmente indicado si estamos contentos con la textura y los resultados de nuestras cremas hidratantes o nutritivas para el día y la noche.

Con solo incorporar unas gotas antes de la aplicación de la crema -o en algunos casos, mezclado con ella- el sérum puede devolver a nuestra piel eso que estamos buscando sin necesidad de variar otros pasos que ya de por sí nos funcionan.

Lo importante, además de continuar con nuestras rutinas es además no olvidarnos nunca de la protección solar. Muchos productos o incluso medicamentos hacen que, sin que lo sepamos, nuestra piel se vuelva reactiva a la luz solar, y eso hace que, a la larga, nos salgan manchas o nuestro cutis no esté tan lustroso como esperábamos. Por ello, es importante siempre que el rostro vaya bien cuidado por una capa de protector solar, que es, al fin y al cabo, el mejor cosmético antiedad.