La piel flácida en la parte inferior de los brazos, comúnmente conocida como "alas de murciélago", es una preocupación estética para muchas personas, especialmente a medida que cumplimos años o que nuestro cuerpo experimenta cambios significativos en su peso. Se trata de un problema que afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más frecuente en estas últimas debido a factores hormonales y a la menor cantidad de colágeno y elastina en su piel.
Este exceso de piel y grasa en la parte posterior del brazo puede generar incomodidad en una amplia variedad de sentidos. Muchas personas evitan usar ropa sin mangas o ajustada por vergüenza, mientras que otras sienten molestias con el movimiento o el roce de la propia piel. Afortunadamente, existen diversas formas de tratar y prevenir este problema, desde cambios en el estilo de vida hasta intervenciones estéticas avanzadas.
¿Por qué aparecen las "alas de murciélago"?
“La flacidez en los brazos ocurre principalmente por 3 factores: la pérdida de elasticidad de la piel, la disminución de masa muscular y el aumento de grasa corporal. Por este motivo es importante realizar una valoración de cada caso y ver cuáles son las causas para realizar el mejor plan de tratamiento”, explica la Dra. Beatriz Beltrán.
Con el paso de los años, la piel pierde firmeza debido a la disminución de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para la elasticidad cutánea. Además, el tejido muscular subyacente se debilita si no se ejercita con regularidad, lo que agrava la apariencia de los brazos caídos. “Las alas de murciélago se comienzan a notar más a partir de los 50 porque, aunque se empieza a perder el colágeno después de los 25 años, a esta edad se suma la acumulación de grasa y además existe una pérdida de masa muscular más notoria”, continúa.
Las 'alas murciélago' se acentúan a partir de los 50.
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Otro factor importante es la variación de peso. Cuando una persona pierde una cantidad significativa de kilos en poco tiempo, la piel no siempre tiene la capacidad de retraerse completamente, lo que deja un excedente de piel colgante. Esto ocurre con mayor frecuencia en personas que han pasado por dietas extremas o cirugías bariátricas. Tampoco podemos olvidarnos de la genética, ya que juega un papel importante. Algunas personas tienen una mayor predisposición a desarrollar flacidez en esta zona debido a su estructura corporal y a la forma en que su piel responde al envejecimiento.
¿Es posible prevenir la flacidez en los brazos?
Aunque la flacidez en los brazos es en gran parte un proceso natural, es posible reducir su aparición mediante hábitos saludables. Mantener una alimentación equilibrada rica en proteínas, antioxidantes y grasas saludables favorece la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a conservar la firmeza de la piel.
Hacer ejercicio es fundamental para evitar el descolgamiento de los brazos.
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El ejercicio es otro pilar fundamental en la prevención de las "alas de murciélago". Los entrenamientos de fuerza que incluyen ejercicios como flexiones, fondos de tríceps, levantamiento de pesas y ejercicios con bandas de resistencia pueden fortalecer la musculatura de los brazos y mejorar la apariencia de la piel. La constancia en la actividad física es clave para evitar la pérdida de tono muscular.
“Aunque a partir de los 50 esa pérdida de colágeno y de músculo se hace notoria, siempre es recomendable seguir alguna dieta o rutina de ejercicio, ya que son muy positivos y ayudan mucho”, afirma la doctora. Además, una correcta hidratación y el uso de cremas reafirmantes con ingredientes como retinol, colágeno y ácido hialurónico pueden contribuir a mantener la piel más firme y elástica.
Tratamientos estéticos para combatir la flacidez en los brazos
Para aquellas personas que ya presentan flacidez en los brazos y buscan mejorar su apariencia sin recurrir a la cirugía, existen múltiples tratamientos estéticos que pueden ayudar. Uno de los más populares es la radiofrecuencia, una técnica que estimula la producción de colágeno mediante el uso de ondas electromagnéticas. Este procedimiento ayuda a tensar la piel y mejorar su firmeza sin necesidad de pasar por el quirófano.
Los tratamientos estéticos que pueden ayudar a combatir las 'alas murciélago'.
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Otro tratamiento no invasivo es la carboxiterapia, que consiste en la aplicación de dióxido de carbono bajo la piel para mejorar la circulación sanguínea y estimular la regeneración celular. También se emplean técnicas como los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) y la mesoterapia con principios activos reafirmantes.
Para los casos en los que la flacidez es leve o moderada, los hilos tensores pueden ser una opción eficaz. Estos hilos de ácido poliláctico o PDO se insertan bajo la piel y estimulan la producción de colágeno, proporcionando un efecto tensor en la zona tratada. Por último, la doctora recomienda la criolipolisis médica para eliminar la grasa: “elimina 40 por ciento de la grasa por sesión con resultados definitivos, porque la que se ha eliminado ya no se vuelve a formar”.
Cirugía para corregir la flacidez en los brazos
Cuando los tratamientos no invasivos no son suficientes, la opción más efectiva para eliminar las "alas de murciélago" es la cirugía estética, conocida como braquioplastia o lifting de brazos. Esta intervención consiste en la eliminación del exceso de piel y grasa a través de una incisión que suele extenderse desde la axila hasta el codo, dependiendo del grado de flacidez.
También se puede optar por la cirugía para deshacerse de las 'alas murciélago'.
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“Esto solo lo recomiendo cuando el descolgamiento es muy severo con exceso de piel sobrante, por ejemplo, en pacientes después de cirugías bariátrica con pérdidas de peso muy elevadas “, confirma. La braquioplastia puede combinarse con una liposucción para mejorar los resultados en pacientes que, además de piel sobrante, tienen acumulaciones de grasa en la zona. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta cirugía deja una cicatriz visible, aunque con el tiempo tiende a atenuarse y puede ocultarse estratégicamente con la ropa.
El postoperatorio de la braquioplastia requiere el uso de fajas de compresión y un tiempo de recuperación de varias semanas, algo a tener muy en cuenta antes de pasar por quirófano. Aunque los resultados son duraderos, se recomienda mantener una rutina de ejercicios y cuidados para evitar la reaparición de flacidez.
Cada persona puede encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades. Lo más importante es entender que la firmeza de la piel no solo depende de la edad o la genética, sino también de los hábitos diarios. Con disciplina y los tratamientos adecuados, es posible mejorar la apariencia de los brazos y recuperar la confianza en una misma.