Dos expertas en medicina estética nos revelan las claves de los retoques de la Infanta Cristina: "Ha optado por técnicas no invasivas"

Los años pasados han sido especialmente duros para la Infanta Cristina, pero después de la tormenta siempre llega la calma, y la hermana del Rey Felipe ha resurgido como el "Ave Fénix" . Y también lo ha hecho a nivel de imagen.

Su un giro ha sido notable: un aspecto más rejuvenecido, una apariencia más luminosa y una expresión más serena han hecho que muchos se pregunten si ha recurrido a tratamientos estéticos para refrescar su rostro. Lejos de cualquier transformación drástica, su cambio ha sido progresivo y natural, evidenciando la efectividad de los retoques sutiles bien ejecutados, los cuales permiten mejorar la apariencia sin perder la esencia de la persona.

Cristina de Borbón luce una piel más tersa, una mirada más descansada y un semblante más relajado, lo que ha avivado las especulaciones sobre las posibles intervenciones a las que habría recurrido para suavizar los signos del envejecimiento. La diferencia es evidente al comparar imágenes de hace unos años con las más recientes: sus rasgos parecen más armoniosos, sin rastro de fatiga en la zona periocular y con un tono de piel más uniforme. Esto ha generado interés en conocer qué procedimientos habría elegido para lograr una apariencia renovada sin caer en el exceso y hemos hablado con algunas expertas, quienes nos han dado su punto de vista profesional.

Retoques sutiles para un aspecto más juvenil

“Uno de los cambios más grandes que tenemos a los 50 años de las mujeres es el descenso y pérdida de los paquetes grasos del rostro (zonas de grasa). Sin embargo, ciertos factores como la disminución de los estrógenos, la reabsorción ósea, cambios de peso pueden hacer que la flacidez se incremente”, explica Dra. Dagné Pupo, médico estético con clínica en Mallorca y divulgadora de Croma .

Esto es algo por lo que ha pasado la royal, como cualquier otra mujer, pero que en su caso ha puesto remedio tal y como nos explica la experta. “Es evidente que la Infanta Cristina ha pasado por ciertos tratamientos que han beneficiado de manera regenerativa su envejecimiento. No es una cuestión de cambiar, como vemos en su caso, sino una cuestión de mejorar, de realzar cuáles son sus facciones naturales”, añade.

Según las expertas, los tratamientos estéticos a los que más recurren las mujeres en su edad serían neuromoduladores para las arrugas, inductores de colágeno y reposicionamiento. Sin embargo, a día de hoy podemos decir que ciertos tratamientos como el endolifting o tecnología como la radiofrecuencia fraccionada con microagujas pueden hacer que veamos este efecto lifting sin necesidad de pasar por un bisturí. “En su caso, y por la apreciación que se puede ver en las fotos, no parece que haya realizado ningún procedimiento quirúrgico”, confirma la Dra. Dagné Pupo.

Otro de los cambios que se han apreciado en su rostro es una mayor firmeza en la piel y una mayor armonización de sus facciones. “Quizás ha optado por técnicas no invasivas como radiofrecuencia o HIFU para tensar la piel, ya que su expresión es muy natural y no parece que se haya sometido a un lifting facial quirúrgico”, coincide la Dra. Beatriz Beltrán.

Las ojeras es una de las grandes preocupaciones del rostro, más allá de las habituales líneas de expresión, ya que una mirada cansada envejece mucho el rostro. “Parece que se ha realizado tratamientos para mejorar la zona de la ojera, se la ve con menos pliegues al reír, por lo cual debe haber utilizado inductores de colágeno. También puede haber usado neuromoduladores musculares sin cambiar la posición de las cejas ni del contorno de los ojos. Esto le ha ayudado a que tenga una expresión mucho más relajada”, comenta la Dra. Dagné Pupo.  

Por último, esta doctora ha destacado la zona del mentón. “No descartamos que haya utilizado también tratamientos para definir la zona del mentón. Presenta una disminución de volumen, esto puede ser con radiofrecuencia fraccionada con microagujas y también una mejora de la calidad de la piel que se consigue con tratamientos como polinucleótidos para mejorar la textura”, sentencia.

Un cambio de imagen que va más allá del rostro

Sin embargo, la transformación de la Infanta Cristina no se limita únicamente a su rostro. Su imagen global ha experimentado una evolución significativa, desde su cabello hasta su forma de vestir. Su melena rubia ha recuperado un tono más cálido y luminoso, probablemente gracias a tratamientos capilares que revitalizan la fibra y aportan mayor brillo. Además, ha optado por cortes de pelo más favorecedores, con capas suaves que enmarcan su rostro y aportan movimiento. En cuanto a su estilo, se ha notado una mayor sofisticación en la elección de sus prendas, apostando por cortes estructurados, tejidos de calidad y colores neutros que realzan su nueva luminosidad.

Este tipo de cambios suelen estar asociados a etapas de renovación personal, y en el caso de la infanta Cristina, coinciden con una de las transiciones más importantes de su vida: su divorcio oficial con Iñaki Urdangarín, anunciado el pasado enero de 2022.

Después de una imagen desgastada por el escándalo, ahora parece haber encontrado un equilibrio entre su rol como miembro de la familia del Rey y su vida privada. La forma en que se proyecta al exterior sugiere un deseo de mostrarse más fuerte, renovada y con mayor confianza en sí misma, lo que ha generado admiración entre quienes han seguido su trayectoria a lo largo de los años.

Retoques estéticos: ¿la nueva dinámica entre las mujeres de 50 de la alta sociedad?

“Los retoques faciales que están en tendencia ahora mismo en las mujeres de alta sociedad son aquellos en los que puedas proyectarte a ti, que te veas con menos y esto va a hacer que te proyectes con más”, afirma la Dra. Dagné Pupo.Y es que a día de hoy se busca la “naturalidad”, cambios pequeños, pero significativos.

“Las mujeres de su edad suelen recurrir a tratamientos no invasivos para tratar la flacidez, ayudando a estimular la producción de colágeno, como la radiofrecuencia y el HIFU o láseres tensores. Para arrugas de expresión, miomoduladores y los fillers para corregir arrugas marcadas o falta de volumen. Es como el lujo silencioso de la estética”, explica la Dra. Beatriz Beltrán. Con todo ello se busca trabajar en capas, potenciando la elastina, los fibroblastos, y como complemento, suplementos para que esta nutrición venga desde dentro y se vea reflejada en la piel. Sentirse bien por dentro es clave para vernos bien por fuera.

Más allá de los posibles retoques estéticos, lo que está claro es que el cambio de la infanta Cristina refleja un proceso de autoconfianza y renovación personal. Su transformación no ha sido fruto de una necesidad de encajar en los cánones de belleza actuales, sino de un deseo de proyectar una imagen más fresca y serena, acorde con la nueva etapa que está viviendo. Su caso demuestra que la belleza no solo depende de los tratamientos o la estética, sino también de la actitud y la paz interior.