Hay algo en la primavera que nos vuelve un poco impulsivas. Tal vez es el sol, tal vez las flores, tal vez ese radar que detecta nuevas tendencias con más precisión que una antena 5G. Pero cuando el buen tiempo asoma, una cosa está clara: el mood renovarse o morir se activa, y nuestras uñas no piensan quedarse fuera del plan.

Porque sí, puede que ya tengas fichado el vestido blanco perfecto o ese top crochet que promete likes como margaritas en el campo, pero si tus manos siguen llevando la misma manicura clásica de octubre… nada de lo que hagas servirá.

Y no, no vamos a decirte que vuelvas a la francesa clásica ni a las uñas rojas 'de toda la vida'. Esta temporada, las manicuras vienen con más personalidad que un casting de realities. Colores inesperados, acabados que parecen sacados de una película de ciencia ficción, y combinaciones que, en teoría no deberían funcionar... pero en la teoría sí que lo hacen.

Así que relájate, abre bien los ojos (y el neceser de esmaltes) porque lo que viene a continuación tiene potencial de obsesión: estas son las 3 manicuras que lo están petando esta primavera.

Uñas lima ácida: para chicas con vitamina D en la actitud

uñas lima

El color más inesperado (y refrescante) de la primavera ya está aquí y genera adicción visual.

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Hay colores que no piden permiso para entrar. Y el lima ácido es uno de ellos. Ni discreto, ni neutro, ni 'para el día a día': este tono viene con la energía de un grupo de amigas gritando en una despedida de soltera y el descaro de una paleta de chicles fosforitos. Y lo mejor es que queda bien. Pero bien de verdad.

¿La clave? Aplicarlo en uñas cortas, ligeramente redondeadas, y dejar que el color hable por sí solo. No hace falta nail art, ni pedrería, ni mariposas en 3D. Con una base brillante y un buen pulso, este tono lo cambia todo: eleva un look básico, da conversación en cualquier evento, y convierte la manicura en tu mejor accesorio.

Es el tipo de color que te obliga a mover las manos más de lo normal. A posar con la copa, y a decir: "¿has visto el color de mis uñas?” aunque nadie lo haya preguntado. Y sí, en fotos queda espectacular.

Aviso: este tono no es apto para tímidas ni para quienes no estén listas para recibir cumplidos.

French twist en colores pastel: la clásica que volvió de vacaciones

French pastel

La francesa se renueva con puntas en tonos sorbete. Delicada, divertida y 100% instagrameable.

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La manicura francesa de toda la vida ha tenido un glow up que ni las estrellas de Disney. Ha dejado el blanco aburrido, se ha apuntado al color y ahora va por la vida con puntas en lavanda, melocotón, azul cielo o verde menta. ¿Resultado? Una manicura igual de pulida, pero con espíritu primaveral y mucho más cool.

Es perfecta para quienes quieren un toque de color sin comprometer la elegancia. Y sí, puede sonar a contradicción, pero ahí está la magia: combina el estilo limpio de una francesa con el twist juguetón de los tonos pastel. ¿Un plus? Funciona en todas las longitudes de uña, desde la más corta y discreta hasta la almendrada.

Además, va con todo: denim, lino, vestidos florales, blazer blanca… esta manicura no desentona con nada, pero tampoco pasa desapercibida. Es como esa amiga que no grita, pero todo el mundo escucha.

¿Un bonus? Si eliges colores distintos en cada uña (la versión arcoíris suave), ganas puntos extra de tendencia y pareces recién salida de Pinterest. Básicamente esta es la manicura que dice “sí, me he fijado en los detalles… y sé lo que hago”.

Chrome nails rosa: el brillo que sabe lo que vale

Chrome rosa

Brilla como si llevaras joyas en las uñas. El rosa espejo es todo lo que no sabías que necesitabas.

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Las uñas efecto espejo siguen siendo el flechazo beauty que no se enfría. Pero esta primavera se reinventan con un giro romántico y sofisticado: el rosa. No hablamos de cualquier rosa, sino de ese tono empolvado, a medio camino entre la muñeca de porcelana y el futurismo de pasarela. Un color que no explota, pero deslumbra.

El acabado metálico hace que atrapen la luz como si llevaras anillos líquidos, y el rosa le da un aire suave, elegante, casi de bailarina con armadura. ¿Demasiado poético? Quizás. ¿Cierto? Completamente.

Son perfectas para una ocasión especial (sí, boda incluida), pero también funcionan con vaqueros, zapatillas y un café en mano. Porque el poder de esta manicura está en que parece mucho más sofisticada de lo que cuesta conseguirla. Un buen esmalte chrome, una capa de brillo y listo: main character energy en 10 minutos.

¿Extra tip? Prueba a llevarlas en formato almendrado o en 'ballerina nails' para potenciar aún más ese aire glam-futurista. Es la manicura que no necesita presentación, porque brilla por sí sola. Y lo mejor es que nadie se espera que un rosa tenga tanto poder. En definitiva, no es solo una manicura, es una declaración de intenciones con brillo propio.