Chenoa ha acaparado titulares en las últimas semanas a causa de unas fotografías cazadas por un paparazzi donde se la veía entrando a una clínica de medicina-estética especializada en injertos capilares. Los rumores se desataron y ella misma ha aclarado los tratamientos estéticos a los que se ha sometido en esa clínica como invitada en el pódcast de Laura Escanes “Entre el cielo y las nubes”.

Injerto capilar ¿sí o no?

La cantante explicaba a Laura Escanes en su pódcast que hay algunas personas que le hacen comentarios desafortunados y sin ningún tipo de base sobre los retoques estéticos que se ha hecho. “Estuve el otro día en un programa y los comentarios, algunos, no todos, todos eran bastante bonitos pero siempre sale alguno ‘esta tía todo lo que se ha operado en la cara’. Todavía no me he operado, todavía, igual que el injerto, todavía”, haciendo alusión a los rumores de que había acudido de incógnito a una clínica para realizarse un injerto capilar. La cantante aclaró que en realidad acudió al centro a hacerse un tratamiento de estética que no tiene nada que ver con un injerto de cabello.

“Todavía no me he operado, espérate, de hecho yo lo pregunto, porque esto es bótox, claro, evidentemente me pongo bótox como muchísima gente se pone bótox. Me he puesto y, oye, mejor porque tenía la piel muy quebrada, cara de cansada, digo bueno, me da mejor aspecto, me siento bien con mi bótox y mi radiofrecuencia dolorida también. De hecho le pregunté al médico ‘José Manuel, ¿me hago un lifting ya o me espero?’ Y me dice, ‘hombre, para lifting todavía no estamos. Hazte una radiofrecuencia’, y me meto una radiofrecuencia, pero ¿qué problema hay?”, explica Chenoa.

El día que el paparazzi la siguió, la fotografió entrando en el centro de medicina-estética, una visita a la que la cantante acudía a hacerse un tratamiento de radiofrecuencia para reafirmar la piel, probablemente una radiofrecuencia fraccionada como Morpheus 8 o Fractora, tratamientos con microagujas que se realizan generalmente con anestesia local y pueden llegar a ser muy molestos dependiendo del umbral del dolor de cada paciente. Radiofrecuencias como Indiba, BTL Exilis, Symmed Elite o Vega son tratamientos indoloros pero la radiofrecuencia fraccionada, aunque más molesta, es más potente y ofrece resultados más drásticos y duraderos.

Un tratamiento antiedad a medida

En realidad, ni injerto capilar ni lifting, Chenoa sí que desvela que se ha puesto bótox para mejorar su aspecto, y que también se realiza un tratamiento de radiofrecuencia que le resulta un poco doloroso pero que le ayuda a reafirmar la piel.

¿Qué es el bótox? El bótox es el nombre comercial de la toxina botulínica tipo A, una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum. Aunque en dosis altas esta toxina puede ser peligrosa, en medicina estética se utiliza en cantidades controladas y seguras para relajar temporalmente los músculos faciales y tratar líneas de expresión y arrugas dinámicas, como las del entrecejo, la frente y las patas de gallo. El mecanismo de acción del bótox consiste en bloquear las señales nerviosas que llegan a los músculos, impidiendo que se contraigan.

Leticia Carrera, directora técnica del centro médico-estético Felicidad Carrera, explica sobre el bótox que “es un tratamiento estético muy efectivo para minimizar y suavizar las arrugas en la frente. La toxina botulínica se utiliza para relajar los músculos faciales que causan líneas de expresión y arrugas en esa área por el movimiento repetitivo continuado. Es un tratamiento que para las arrugas del entrecejo es muy rápido y, por lo general, indoloro. Los resultados se notan en pocos días y alcanzan su grado máximo después de dos semanas del tratamiento”.

La toxina botulínica a examen

¿Por qué es tan famoso el bótox? Hablamos con la Dra. Ángela Sanz, médico especialista en medicina-estética, que nos cuenta que “el tratamiento con neuromoduladores es el tratamiento estrella en medicina-estética, es el más demandado, tanto en hombres como en mujeres, aunque siguen siendo las mujeres las principales consumidoras de este tipo de tratamientos”, y añade que:  "Se utiliza para el tratamiento de las arrugas de expresión, las arrugas dinámicas y se utiliza sobre todo en el tercio superior del rostro: arrugas de la frente, entrecejo y las patas de gallo".

Cada vez mujeres más jóvenes optan por este tratamiento como protocolo antiedad. “La técnica es muy bien tolerada y el procedimiento dura unos 15 minutos. La duración del tratamiento suele ser de entre cuatro y seis meses y el efecto se suele empezar a ver entre los primeros 5 a 7 días”. Una técnica sencilla, mínimamente invasiva, sin necesidad de preparación ni de recuperación y con resultados visibles en tiempo récord, ese es el secreto de su éxito.

¿Es el tratamiento con neuromoduladores o bótox un protocolo que requiera un periodo de recuperación? “El tratamiento con neuromoduladores no requiere de ninguna baja social, puedes incorporarte a tu vida normal en cuento salgas de la clínica, pero sí que hay que tener en cuenta una serie de precauciones. Por ejemplo, no se recomienda dormir boca abajo durante las primeras horas después del tratamiento, ni llevar casco de moto o similar, nada que comprima esa zona. Tampoco utilizar saunas, ir al gimnasio o las piscinas. Esto solo en las primeras horas, luego ya, vida normal”, afirma la Dra. Sanz.

Ambos tratamientos, la radiofrecuencia fraccionada y el bótox, o tratamiento con neuromoduladores, que utiliza Chenoa, son técnicas que buscan frenar el envejecimiento sin modificar el rostro de manera sustancial. Son protocolos que abogan por embellecer el rostro sobre todo con un propósito de prevención. Ya ha declarado la cantante que, en el momento en que lo considere necesario, no descarta otro tipo de tratamientos más adelante.