Hay partes de la cara de determinados famosos que se convierten en objeto de deseo. Unos querrían tener los ojos de Angelina Jolie o la nariz de Megan Fox, y otros los labios de Scarlett Johansson o de Ana de Armas. Esos son algunos de los ejemplos más demandados en la consulta del cirujano, pero por suerte, hay otras opciones, quizá no tan notorias, pero sí más sencillas para dar volumen a los labios y aumentarlos.
Un efecto cosmético
En los últimos tiempos las firmas cosméticas se han esmerado por dar con fórmulas que den respuesta a necesidades como esta, que es la de ver los labios con mayor volumen de lo que acostumbramos. Algo que muchos agradecerán porque, aunque los resultados no sean permanentes, sin duda constituyen una gran alternativa al quirófano.
No obstante, en esto tenemos que ser conscientes de que hay distintos tipos de fórmula. Unas que dan como resultado un efecto óptico casi inmediato y otras que tienen un efecto más duradero. Sin embargo, estas requieren de paciencia, porque van haciendo es efecto relleno poco a poco, pero son más duraderas.
De la activación de la circulación al ácido hialurónico
Por ello estos productos trabajan a distintos niveles. Por un lado están los bálsamos labiales que ofrecen un resultado que parece inmediato. Es una cuestión más óptica que mensurable, pero gracias a la microactivación de la circulación logran ese efecto voluminizador. Debido a ese efecto, es habitual notar un pequeño cosquilleo en los labios tras la aplicación que da como resultado ese aspecto aumentado, como de mayor carnosidad.
Sin embargo, otras fórmulas trabajan en otra dirección. Lo hacen enfocados en la regeneración de la piel de los labios y por ello contienen ingredientes que están presentes de manera natural en la piel. Ese es el caso de más común últimamente, el ácido hialurónico, que también podemos encontrar en productos para cuidar de la piel con efecto rellenador como las cremas para las arrugas.
Un poco de paciencia
Este proceso no es tan inmediato, pero igual que sucede con las arrugas del rostro, el colágeno y ácido hialurónico, entre otras moléculas, ejercen como barrera para proteger la piel de los labios. Así se consigue que no pierdan hidratación ni volumen.
En cuanto a los formatos, podemos encontrar dos tipos: las ampollas, que ejercen como tratamiento express o complementario para lograr esos resultados a largo plazo, y los gloss. Los brillos de labios además se adaptan a los tiempos para servir como tratamiento, pero también para lucirlo solo o como base de cualquier barra de labios.