Los aromas influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestra salud más de lo que imaginas. De hecho la salud que un cosmético apropiado y su aroma puede aportar a nuestra piel va mucho más allá de lo que imaginamos. No hablamos solo de que sus principios activos sean eficaces y mantengan la hidratación, la luminosidad o las arrugas a raya; estamos hablando de que sea capaz de conseguir un plus de relajación liberándonos del estrés acumulado a lo largo del día.
Aromas que relajan, ¿cómo acertar en su elección?
Lo primero que debemos conocer es la destreza de los aromas para potenciar nuestro estado anímico. Damos más valor a lo que vemos que a lo que olemos y, sin embargo, nuestro cerebro recuerda hasta el 35% de lo que huele y solo el 5% de lo que ve. Cada nota aromática tiene una célula especializada que archiva su olor y la emoción que experimentamos cuando la olimos por primera vez. Es lo que los expertos denominan memoria olfativa, la más potente que posee el ser humano.
No olvidemos que griegos, romanos, egipcios o chinos han empleado los aromas con finalidades terapéuticas desde tiempos ancestrales. Ahora contamos además con la ventaja de tener estudios que lo demuestran. ¿Un ejemplo?
La lavanda ayuda a relajar el organismo; la naranja, a energetizarlo. Y de ahí también que en nuestros centros de estética, de concepción holística, para reforzar la eficacia de sus protocolos, empleemos la aromaterapia como complemento. Velas, inciensos, aceites… nos ayudan a conseguir resultados globales físicos, mentales y emocionales.
Protocolos con aromas que enamoran
Uno de los protocolos que exprime al máximo esta capacidad de la cosmética para llevarnos a un
estado de máxima relajación es Sea Creation. Es un tratamiento antiedad que combina la eficacia de las terapias manuales con los ingredientes activos más potentes. Tras un masaje de bienvenida que apela a los 5 sentidos, se realiza una limpieza intensiva y se aplica una mascarilla revitalizante. El tratamiento se detiene también en el contorno de ojos con un masaje frío y un lifting manual que estimula todas las funciones de la piel. Equilibra, relaja, vigoriza y nos induce al más absoluto descanso.