Se suele decir que el desayuno es la comida más importante del día pero, cuando alguien hace mención a esta realidad, pocos comentan que también se trata de la bebida más importante del día. Lo que bebemos nada más levantarnos se convierte en el primer líquido que entra en nuestro cuerpo cada mañana tras una noche de reposo absoluto, por lo que resulta especialmente importante elegir bien a qué líquidos damos el privilegio de ser los primeros en activar nuestro organismo. Generalmente, la gran mayoría de personas de países europeos comienza su día con una buena taza de café. Algunas lo prefieren solo, otras con leche y otras con bebidas vegetales como las de avena o soja. Sin embargo, casi todas coinciden en que este grano molido de intenso aroma es el rey líquido de su desayuno. Algo tan estandarizado que hemos dado por acertado pero que quizás debamos cambiar en algún momento.

El café, ¿el enemigo de nuestro desayuno?

El café es delicioso, huele de maravilla y nos hace estar despiertos aún cuando no hemos retirado las legañas de nuestros ojos. Sin embargo, tomarlo cada mañana quizás no sea la mejor de las ideas. Y es que la cafeína es un agente deshidratante, parecido al alcohol o el sodio e la sal, lo que hace que nuestra piel se reseque, esté pálida y sufra daños, a veces, irreparables. Además, como esta sustancia nos hace estar más alerta, más enérgicos, nuestro organismo tiene más papeletas de interpretar esto como una señal de estrés y poner a trabajar a nuestras glándulas sebáceas provocándonos brotes de acné no desaseados. Es por ello por lo que recomendamos (y mucho) probar otro tipo de bebidas en nuestros desayunos; bebidas más saludables y más cuidadosas con nuestra piel que nos ayudarán de la mejor forma.

Cambia el café del desayuno por una de estas cinco bebidas y tu piel lo agradecerá

Hablamos, por ejemplo, del zumo de limón. Si exprimes este cítrico en un vaso, lo diluyes con agua y lo tomas nada más despertarte, tu cuerpo te lo agradecerá. Por su alto contenido de antioxidantes, esta fruta, nos ayuda a eliminar toxinas e impurezas además de regular el pH de nuestro cuerpo. Las infusiones de jengibre o cúrcuma también son ideales. Esta raíz es un antiinflamatorio natural, lo que nos ayudará a calmar los posibles brotes acneicos que tengamos; y, por su parte, la especia oriental de color amarillento purifica el cuerpo y nos sirve como antinflamatorio.

El té verde es también una muy buena opción. Eso sí, mejor si es sin cafeína.  Esta bebida es rica en antioxidantes que previenen el envejecimiento y contiene una gran cantidad de sustancias que tienen un efecto antimicrobiano y antitumoral. Y por último, y quizás la opción más novedosa, es la kombucha. Se trata de un té fermentado que aporta altas dosis de vitaminas, enzimas y probióticos. Un chute de energía para tu piel y tu cuerpo que agradecerás cada mañana.