Vamos a hablar de antifashion. Sí. A lo largo de los últimos años, la Reina Letizia ha dado un gran salto cualitativo en cuanto a estilo. A mejor, nos referimos. Pero aunque el balance de 2019 es mayoritariamente positivo, tampoco podemos obviar que ha habido algún que otro patinazo. Esos momentos menos atinados, ya sea por determinadas prendas o por combinaciones poco acertadas, que vamos a repasar con todo nuestro "cariño".
Como siempre, hay gustos para todo y puede que no estemos de acuerdo. Contamos con ello. Pero nuestro recopilatorio no será gratuito. Para nada. Cada uno de los looks lleva su justificación del porqué no nos gusta. En ocasiones el punto negativo no se da por el modelo en sí, sino por el cómo. En suma os presentamos los mejores peores estilismos del año, sin orden ni concierto, porque todos somos humanos y un mal día lo tiene cualquiera, incluso la Reina... o su estilista.
Cerrar galeríaDesplegar galería
Un rojo vino
Letizia estrenó este vestido para despedirse de su viaje oficial a Marruecos. Un Carolina Herrera en rojo vino con varias texturas, organza y terciopelo, que mezclaba demasiado hasta provocarnos una borrachera visual de gran proporción. No se lo ha vuelto a poner.
'Star Wars'
Aquí se aventuró por primera vez con la firma española Poète (que no nos engañe el nombre afrancesado) con un vestido vaporoso con escote lencero y estampado celestial, pero que combinado con esta chaqueta blanca resultó completamente estrellado. ¡Ella nos trajo la guerra de las galaxias!
Mezclas inconexas
Este estilismo es un delirio de mezcla: la falda tableada con flores de Adolfo Domínguez, con el top de Hugo Boss y los zapatos de vinilo de Steve Madden... No se entiende nada.
Un paso en falso
La falda de ante con botonadura frontal es una monada. De Uterqüe, por cierto. Entonces os preguntaréis: ¿por qué no aprueba? Pues sencillamente por un par de cosas: el ajustadísimo top con los flashes hacía que aflorara la ropa interior... y al caminar, como es lógico, también asomaban un poco de más sus piernas por encima de sus botas mosqueteras. Sexy sí estaba. ¿Quién dijo que las Reinas de España no tenían piernas?
Capeando el temporal
La falda trapecio con estampado de amapolas era nueva, de Carolina Herrera, y no fea. Sin embargo, ¿qué hacía con su capa de Zara? Nada bueno, seguro.
A Manila voy...
Nos duele incluir este modelo, la verdad. Duyos es magnífico, pero este dos piezas coordinado de falda lápiz y blusa de satén con cuello cerrado, apostando por el estampado de mantón de Manila, tiene algo raro, raro...
Un retro gusto
La falda de Sweet Matitos (la segunda que se compraba de esta firma española) vio modificado su diseño original para adaptarse a sus deseos. En principio las rayas eran horizontales, aunque también hay una versión de la falda con rayas en vertical y larga... pero Letizia las prefirió en oblicuo. Y así quedó la cosa: torcida. Un toque retro con top cruzado que en vez de vintage quedaba antiguo.
Sabor a menta
Para su viaje a Cuba Letizia regresaba a Nina Ricci en verde menta. El característico drapeado de la firma francesa, con originales detalles decorativos de caracolas en el cuello, nos dejó un poco a medias. ¿Nos gusta? ¿No nos gusta? En encuesta rápida en la redacción el modelito cayó en el saco de que naufragaba...
En blanco y negro
Si era por lucir sus brazos tonificados, sobresaliente. Por lo demás, esta vez el blanco y negro no fue su mejor comodín. El top y los pantalones, ambos ajustados, eran demasiado para una silueta contemporánea. Ni los complementos de lujo (cartera de Bottega Veneta y sandalias de Manolo Blahnik) lo salvaron.
Cuero y flores de otoño
Letizia visitó la última edición del Rastrillo de Nuevo Futuro con un nuevo vestido camisero de flores y bajo asimétrico de Hugo Boss. Hasta aquí más o menos bien. Pero va y se planta la cazadora de cuero noventera con cuello de tirilla para rompernos los esquemas.
Vaquera de asfalto
La falda vaquera (de Carolina Herrera) tuvo la culpa. Mira que esta firma nos súper encanta, pero en esta ocasión el corte no le favorecía y le hacía bolsa en la cintura. Las sandalias azules de Mint&Rose lo salvan de la quema total.
El mono trampa
A favor, de Zara, el color y el precio (12,99 € rebajado). En contra, el desconcierto que nos provoca el estilo a medio camino entre lo victoriano (por los volantes) y lo moderno debido al trampantojo de la falda, pues en realidad es un mono.
Algodón de azúcar
Para la Fiesta Nacional volvió a estrenar un diseño exclusivo de Felipe Varela. Este rosa rosa, de organza, con cuello bebé y bordados de maripositas... Subidón de azúcar.
Flecos en cortina
Entre sus últimos looks del año destacamos este vestido lápiz de Hugo Boss. Su escote de rejilla del que partían largos flecos hasta la cintura podría haberle servido a la mismísima Manolita Chen.
Cuando 'too much' es demasiado...
En su viaje a Japón para la entronización del emperador Naruhito nos dejó esta joya. Un estilismo en el que 'no falta de ná'. Por eso mismo ocupa un lugar preferencial. El vestido largo y floreado de Matilde Cano es divino, pero aderezado con tocado-diadema, cartera, banda, condecoraciones, grandes joyas... nos vuelve locas. ¿Dónde miramos? ¿Qué vemos en realidad? Un batiburrillo que se entiende en cuanto a que es para una ocasión de gala, pero que marea nuestros sentidos.