La Reina Letizia termina la semana en blanco. Junto al Rey Felipe y la Princesa Leonor ha entregado los Reales Despachos de Empleo en la Academia General Militar en Zaragoza. Ha sido la primera toma de contacto de la heredera con el lugar donde va a pasar el próximo año para iniciar su formación castrense. Muchas emociones y también muchos mensajes con la moda. ¿Es casualidad que madre e hija hayan coincidido en el blanco para este acto? La Reina, además, nos ha sorprendido sacando del fondo más profundo de su vestidor a Felipe Varela, sí, aquel llamado su 'modisto de cabecera' durante más de una década y ahora completamente olvidado. O casi.
Hablamos de un conjunto de chaleco largo de tweed con original espalda de guipur, junto a una falda de capa por debajo de la rodilla. Un modelo que estrenó en 2018 en otro acto castrense y que esta mañana ha brillado impoluto ante los soldados de nuestro Ejército, del que muy pronto formará parte su hija mayor. Letizia ha tenido un gesto bonito reviviendo a Felipe Varela ahora que este no está entre sus perchas de referencia.
De bolso ha elegido un diseño blanco de la marca italiana Furla, que le va que ni pintado para este look. Y eso que Letizia ha metido un pequeño apunte de color en lo que podía haber sido un triunfal Total White: sus sandalias destalonadas de tacón medio con gran hebilla en el frente, en color beis, de Martinelli.
La Reina Letizia se ha peinado de nuevo con una coleta baja con raya al lado y mechoncito suelto (como en los Premios Princesa de Girona), lo cual es estupendo para aliviarse del calor y además deja ver la bonita espalda semitransparente del chaleco.
De pendientes llevaba los aritos triples de Gold&Roses, de oro rosa y diamantes blancos, que estrenó en septiembre de 2022 y le costaron 1.595 euros. Esta es su nueva marca de joyas favorita. En su mano no faltaba el anillo con inscripciones románticas de Coreterno.
Nuestros 'royals' han finalizado aquí su agenda después de una semana muy intensa en todos los sentidos, marcada por los Premios Princesa de Girona y el regreso a escena de Leonor, encaminada ya a ser una soldado más (eso sí, hoy con mucho glamour), de la sabia mano de mamá.