La Reina Letizia recupera la Tiara Floral (su favorita) en el Palacio Real

La Reina Letizia ha vuelto a hacerlo. ¡Brillos, diamantes y esplendor! De largo y con tiara, esta tarde-noche ha paseado su versión más regia y elegante para la cena de gala celebrada con motivo de la Visita de Estado del presidente de Colombia, Gustavo Francisco Petro, y su esposa, la primera dama Verónica Alcocer. A la Reina no la veíamos con tiara desde noviembre de 2021, en un viaje oficial de Sus Majestades a Suecia. Entonces eligió la top, la Tiara de Lis. Un año y medio después, Letizia ha recuperado la Tiara Floral, una de sus favoritas de todos los tiempos.

Lo decimos con causa, pues esta pieza es una de las que más se ha puesto entre las siete tiaras de las que dispone la Casa Real española. Se la regaló Franco a la Reina Sofía, en nombre del pueblo español, con ocasión de su boda con Don Juan Carlos. La había realizado la casa parisina Mellerio en 1867, a base de platino y diamantes, por encargo del rey Alfonso XII. Parece que posteriormente tuvieron necesidad de venderla y se perdió su rastro, hasta que el mandatario volvió a adquirirla, en circunstancias no aclaradas.

Su coqueto diseño a base de flores y su tamaño medio hacen de ella una tiara muy fácil de llevar, poco aparatosa. Además tiene la ventaja de que se puede desmontar y sus flores se pueden lucir como broches o a modo de gargantilla. La Infanta Cristina, su cuñada, la eligió para su boda con Iñaki Urdangarin en 1997.

En cierto modo, se trata de una tiara fresca y juvenil, y así ha regresado a la testa de la Reina Letizia, quien incluso ha optado por dejarse la melena suelta y dar a la tiara el papel de diadema. No le faltaba su banda, esta vez de la orden colombiana de Boyacá, que ha acompañado con un broche de lazo de diamantes, que sacaba por primera vez, y que perteneció a la reina María Cristina, esposa de Alfonso XII.

Hoy la Reina Letizia ha vuelto a confiar en esta bonita tiara (que no lucía desde 2019) para completar su estilismo de estreno. Hablamos de un vestido largo en color rojo vino, con volantes en las mangas y en las caderas que se extienden hasta la parte trasera, como un péplum. La falda es de línea sirena con una ligera cola. Lo firma Carolina Herrera. Por debajo asomaban unos zapatos rojos 'peep toes' (con los dedos delanteros al aire) con alta plataforma para elevarse dada la largura del traje. Un sobresaliente en elegancia.

Mañana por la noche los Reyes asistirán a la recepción ofrecida por el matrimonio colombiano en el Palacio de El Pardo, donde se alojan los mandatarios extranjeros de visita oficial en España.

Al día siguiente, Sus Majestades emprenderán vuelo a Londres para asistir a los actos por la Coronación de Carlos III. El viernes hay una recepción en el palacio de Buckingham y, ya el sábado, 6 de mayo, estarán en la Abadía de Westminster entre los 2.000 privilegiados invitados como testigos privilegiados de este gran momento histórico. No nos faltarán más tiaras...

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