¡Los Reyes salen de Madrid! Una excelente noticia en tiempos de pandemia que nos conduce directamente a Cáceres, donde hoy han inaugurado el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear. La Reina Letizia hace su segunda aparición de la semana y nos regala una pieza de altura, aunque no como podríamos suponer. No hablamos de vestidos ni de faldas ni pantalones... No, hoy la alegría nos la da un bolso.
Un modelo de Nina Ricci que Letizia ha paseado con brío por la ciudad extremeña, sabiendo que era el punto central de su estilismo. O al menos el más interesante. Porque para el resto ha preferido seguir con sus 'reciclajes' y este es de aúpa. Podría haber sido noticia también, y es que la Reina ha recuperado uno de sus antiguos trajes de Felipe Varela, que data de 2017. A su antaño modisto de cabecera y casi firma en exclusiva, hacía meses que le tenía olvidado...
Un diseño blanco ajustado, ultraajustado mejor dicho, confeccionado en un tejido de tweed, con cuello clásico de chaqueta, línea de botoncitos delanteros, manga francesa, bolsillos con tapeta y de corte lápiz a la rodilla. Como remate, un cinturón fino negro para ceñirse, ¡ay!, todavía un poquito más. En otras ocasiones que ha lucido este traje optó por un cinturón ancho plateado. A malas, mucho más actual el negro.
Este era un estilo al que la Reina Letizia era muy aficionada hace unos años, como si fuera un patrón base para todo, y cuando lo creíamos ya desterrado, ¡zas! Desde luego que la consorte mantiene su misma talla de siempre. Si no hoy le habría sido imposible respirar... Su regreso a la palestra no nos entusiasma porque parece algo demodé, aunque eso no quiere decir que no le siente como un guante. Un guante bien apretadito... Por cierto, ¿y el abrigo? Quizás el tiempo todavía no da para ir a cuerpo, pero le agradecemos el gesto de dejarnos ver bien su look.
UN BOLSO QUE SABE A NUEVO
Pero vamos a lo que vamos, y es el bolso de Nina Ricci: un diseño en negro, con piel de serpiente en la tapa y cadena dorada. No es exactamente nuevo, aunque lo parece. Ya lo llevó en el 75 aniversario de Auschwitz (Polonia), en enero del año pasado. Y luego volvió a sacarlo en el funeral de Plácido Arango. Pero esta sí es la primera vez que podemos verlo al detalle. Su precio ronda los 1.000 euros y es uno de los complementos más lujosos que tiene en su vestidor.
Hace las veces de aquel bolso geométrico de asa corta de Hugo Boss que antes solía acompañar a sus estilismos más 'lady'. De hecho, Letizia hoy lo llevaba como aquel, en la mano. Es cierto que colgado al hombro hubiera desentonado por completo. Para hacer 'match' con su bolso también ha recuperado unos salones de pitón de Manolo Blahnik (con leve plataforma para mayor comodidad). Su anillo dorado de Karen Hallam y los aritos dorados de efecto bambú han completado su escueto apartado de joyas.
Así se despide la Reina Letizia de la agenda semanal, dando un salto al pasado y con una agradable apuesta por el presente. Si no hubiera sido por el bolso (y la mascarilla), hoy su look nos habría despistado. ¿En qué año estamos?