La Reina Letizia termina su agenda presidiendo en Madrid el XI Foro Contra el Cáncer, celebrado con motivo del Día Mundial contra el Cáncer. Letizia ha acudido a la cita en rojo y gris. Esta era su última oportunidad de esta semana para recuperar puntos en el terreno de estilo, después de varios looks con más errores que aciertos. Pero parece ser que Letizia se ha empeñado en no redondear sus estilismos. Vaya, que hoy tampoco tiene el día...
Y todo por una chaqueta. No es cualquiera. El rojo lo focaliza todo, atrae las miradas inevitablemente. Es una preciosa pieza de cuero de Carolina Herrera que estrenó el 22 de mayo de 2017. Aquel día era su 13 aniversario de boda y, además, coincidía con los Reyes eméritos para celebrar el 40 aniversario de la Fundación Reina Sofía. Nos enamoró al instante. Solo un mes después volvía a sacarla.
Pero desde entonces, nada. Así que estamos encantados de que la haya recuperado después de llevar demasiado tiempo guardada en el armario. ¿Por qué? Es un misterio.
Lástima que la haya rescatado con un conjunto poco afortunado. Ese es el problema. No ha dado en el clavo con la manera de ponérsela, porque esta chaqueta no está hecha para llevarla abierta. Su estructura, con cuello redondo, ajustada en el cuerpo y con péplum en la cadera, pide que esté abotonada. Los propios botones, grandes, redondos y forrados de la misma piel, reclaman su protagonismo. Abierta pierde fuerza y estilo. No hay más que compararla con el día de su estreno, con falda lápiz: perfecta.
La Reina Letizia ha decidido acompañarla con un nuevo vestido midi de punto gris, de línea trapecio muy sencilla: cuello caja, manga larga, liso... No está nada mal. Es de Mango, de la línea sostenible Commited. Problema: el cinturón ancho de piel roja con gran hebilla. Realmente innecesario. Le da un punto antiguo que el vestido no tiene. También es de estreno, de la marca española Möhel.
Y eso de hacer 'match' con la chaqueta, aún peor. Para culminar, también se ha calzado unos salones rojos, unos de ante y piel que ya le conocíamos, y una cartera, ambos de Magrit. ¡Demasiado combinado todo!
El resto de elementos pasa inadvertido: los pendientes de daga de Goldf&Roses, su anillo de Karen Hallam... hasta la melena, completamente lisa y con raya al medio, destacando su blanco mechón de canas.
Conclusión: proponemos romper un poco con la simetría cromática para que luzca más actual y que cada cosa adquiera su importancia. Las piezas por separado están bien, pero no la combinación. Ese puede haber sido el motto de Letizia para esta semana: buenas intenciones, pero falla la ejecución.
Aquí finaliza su agenda por esta semana, que ha estado marcada por el viaje oficial de los Reyes a Austria el pasado lunes. En cuanto a la moda, Letizia nos deja un sabor agridulce. Mandemos buenas energías desde El Vestidor ¡y a por la siguiente!